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El Bestiario del Hypogripho Dorado

Sobre dragones y caballeros

Sobre dragones y caballeros

Imagen I: Jorge volando sobre el dragón beis, por NosoyRidley.


Texto original de Jakeukalane. Ver nota.


Un malvado caballero llamado Jorge que vivía en un valle recóndito del reino de Pichfßwein sometió a todos sus campesinos a tributos más elevados para financiar la costosa guerra contra su hermano Juan.

Las diferentes facciones de la nobleza les apoyaban pese a que sus títulos no superaban los de los duques más apolillados.

Eso era así porque en sus valles vivían dos dragones: uno de color beis y otro de color morado. Los más sabios del reino nunca habían visto un Dragón morado ni uno beis.

Cuando aparecieron todo el reino permaneció en estado de terror durante semanas hasta que Jorge y Juan fueron por separado a hacer un trato con cada uno de los Dragones. De ahí el grandísimo respeto que hasta el rey de Pichfßwein les tenía.

Sus colores eran tan llamativos y tan diferentes a los comunes que surgieron todo tipo de especulaciones.

Los aréstagos de Chatiers 1  proclamaron que eran Dragones que se habían intoxicado tomando toneladas de moras de la región, deliciosas pero con tendencia a provocar problemas digestivos. Esto encajaba con los relatos de que ambos dragones no eran morados cuando llegaron a Pichfßwein, aunque las descripciones no se ponían de acuerdo en señalar de qué color eran.

Los aréstagos de Pontou reelaboraron la teoría de sus compañeros de Chatiers aduciendo que los dragones cambian de color según su dieta y mientras que uno de ellos seguía entusiasmado con las moras, el dragón beis había descubierto la existencia de los espárragos blancos del valle.

Ninguna de esas teorías se ha podido confirmar.

Jorge y Juan querían usar a los dragones en su propio provecho. El odio que se tenían entre sí los dos hermanos provenía de una antigua disputa donde Juan había hecho caer desde una empalizada de madera a Jorge y éste se había roto la muñeca de tal manera que no podía escribir.

Pese a su brillante carrera de guerrero, a Jorge le encantaba escribir poemas y relatos, aderezados siempre con desgracias que le ocurrían a sus campesinos y sirvientes, con un pretendido tono jocoso. La pérdida de su muñeca y su incapacidad para volver a escribir le frustraban sobremanera por lo que enfocó todas sus energía en ser aún mejor luchador. Se armó caballero y juró destruir a su hermano por lo que fue reuniendo y creando cientos de milicias en sus viajes a lo largo y ancho de Pichfßwein. En un ataque contra la fortaleza de Juan, las fuerzas leales a Jorge no sólo incendiaron el castillo sino que también mataron a Irmgard, la esposa de Juan, aunque ante éste sólo le hicieron pensar que la habían secuestrado.


Fortaleza de Juan por Jakeukalane
Imagen II: La fortaleza de Juan, por John Martin, modificada por Jakeukalane.


Juan, no menos retorcido que su hermano, mandó requisar todos y cada uno de los libros y documentos de los campesinos al servicio de Jorge y los destruyó. Esto les provocó enormes dificultades puesto que hizo su dependencia aún mayor de su amo Jorge.

Jorge respondió acumulando aún más hombres para realizar una invasión contra los territorios de Juan y también consiguió confiscar gran parte de las pertenencias de los súbditos de Juan.

Así pues, cuando aparecieron los dragones, ambos hermanos, planearon en su cabeza un desenlace victorioso para sus tribulaciones.

En el trato que hizo Juan, a cambio de quemar cientos y cientos de libros y restaurar mágicamente su castillo, al Dragón morado se le proporcionaron varias docenas de reses 2  a la semana, que el Dragón aceptó encantado.

Jorge también quiso usar el fuego del dragón para destruir. Prometió al dragón beis los más ricos manjares. A cambio, el dragón debía embrujar a una doncella para que se pareciera a Irmgard, la difunta esposa de Juan y así deshonrar más a su hermano cuando se descubriera que no era ella. Además, debía encabezar sus ejércitos y destruir el castillo de Juan para que no quedara piedra sobre piedra. Sin embargo, el Dragón rehúso esta última petición, pidiendo unos meses para prepararse para el combate.

Pasó el tiempo y la tensión en el reino de Pichfßwein crecía y crecía. Los duques, los condes y los grandes caballeros se alineaban con uno u otro bando, hasta el punto de que el rey, Fulk, para no ver impotente cómo perdía su poder, conminó a ambos a que resolviesen sus diferencias y fijó una fecha para la batalla.

Con su castillo recién reconstruido, pero habiendo descubierto que su esposa estaba muerta, Juan decidió comandar el mismo la expedición contra Jorge, un día antes de lo estipulado.

Fue tal su impaciencia en destruir los libros y manuscritos que su hermano Jorge había escrito, que cuando llegó a su biblioteca se dedicó a amontonarlos de manera apresurada en una pila enorme, bajo la atenta mirada del saurio morado. Justo cuando ordenó al gran dragón que los quemara, resbaló de manera fatal, cayendo al piso inferior, entre montañas y montañas de libros que ya comenzaban a arder bajo el fuego del dragón.

Mientras tanto, Jorge se había empeñado en que su dragón se preparase para partir a la batalla, sin advertir que su hermano acababa de perecer a garras de su propio dragón en su castillo.

También su impaciencia era grande y preparó a 10 vacas, 2 bueyes y 15 terneros para el dragón beis. Sin embargo, éste no estaba dispuesto a colaborar para ir a la batalla, pero no le iba a hacer ascos a una buena comida.

Cuando terminó, aceptó ser ensillado puesto que Jorge decía que sólo quería hacer un reconocimiento del valle de su hermano.

Sin embargo, en cuanto estuvo en el aire, Jorge llevó las manos a su cuerno y sopló cinco notas largas y dos cortas, lo que dio la señal a su ejército de ponerse en marcha.

Ante la perplejidad del Dragón, Jorge le dijo que si no atacaba como habían acordado, cuando volvieran al castillo, le privaría de sus comidas favoritas.

El Dragón beis se encogió de alas, estaba más preocupado digiriendo la deliciosa comida que acababa de degustar.

Cuando una columna de humo a lo lejos se alzó desde el castillo que acaban de dejar, Jorge se giró hacia allí. En un rápido gesto, el dragón beis descendió hasta un lago, cogió a Jorge, le quitó la armadura de un golpe de garra y con la otra lo sumergió en el lago.

Después, lo chamuscó un poco para quitarle el sabor a crudo y se lo comió. Eso sí, conservó alguno de los huesos como palillos puesto que la carne de buey estaba un poco seca y se le había quedado en medio de los colmillos.

Poco después los dragones abandonaron los castillos y volvieron a las estribaciones montañosas cercanas, cansados de los humanos y de tan agotadora rutina destruyendo manuscritos y encantando a personas y castillos.

Los habitantes de la comarca se reunieron con los Dragones y prometieron que les dejarían en paz si no volvían a destruir libros. Pero los Dragones argumentaron que destruir libros nunca había sido su afición sino que era parte de un trato con los malvados Jorge y Juan para poder degustar los más ricos alimentos.

Así pues los aldeanos y campesinos, que se habían hecho con el control de ambos castillos y ya comenzaban su reconstrucción, (aunque habiendo derribado las murallas), prometieron a los Dragones todas las frutas, hortalizas, y caballeros chamuscados que quisieran, a cambio de que persiguieran a todos los destructores de libros y documentos y a todos los señores feudales que maltratasen a sus siervos. Además, después de haberlos capturado, también podían comérselos.

Por eso, a día de hoy en Pichfßwein en el mes de los libros se regalan cestas llenas de moras, espárragos y todo tipo de frutas. También se hacen figurillas artesanales de caballeros prestos a ser chamuscados por un dragón imponente que los sujeta por una pierna y boca bajo, en recuerdo de los fabulosos seres que cuidan el doble valle, en Pichfßwein.

*1: Aréstago es un título académico de las tierras de Pichfßwein. Chatiers es una importante población. Volver.
*2: En teoría, esto tendría que haber hecho que el dragón fuese cambiando de color. Sin embargo, no tenemos información posterior. Volver.


Criaturas: Dragones Beis, Dragones Morados.
Lugares: Reino de Pichfßwein. Población de Chatiers. Población de Pontou.
Títulos: aréstagos. Rey de Pichfßwein.
Individuos: Jorge, Juan. Irmgard. Fulk.


Nota I: Está basado en una inversión del Día de San Jorge, donde se regala un libro y una flor. Dicho mito, como muchos relatos similares, achaca virtudes al asesino de dragones y al dragón se lo presenta como dañino. Esta es mi versión pro-dragón.
Nota II: Curiosamente el relato entero fue escrito en un grupo de Whatsapp, viendo un paralelismo con esta noticia humorística: «Una madre que llevaba días con el mensaje “Escribiendo…” en Whatsapp sorprende con la gran novela americana» de El Mundo Today.
Nota III: La segunda imagen es una modificación de "The Bard" de John Martin, tratando de acercarme a la portada del disco Stronghold de la banda austríaca de black metal atmósferico Summoning.


Texto: Jakeukalane.
Imagen I: NosoyRidley. Imagen original aquí → Commission: Sobre Dragones Y Caballeros. Imagen en tamaño completo aquí → Jorge volando sobre el dragón beis.
Imagen II: John Martin, modificada por Jakeukalane. Imagen original aquí → Fortaleza de Juan (deviantart). Imagen en tamaño completo aquí → Fortaleza de Juan (imagen).

©Hyposs Productions. ©NosoyRidley ©John Martin

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