El Planeta O'shyhon III: La Primera Gran Guerra
Imagen I: Un mapa político de O’shyhon, por Avengium.
Texto original de Avengium inspirado en los Cuatro Elementos clásicos.
1. Los Stuayth.
2. Los Armadillos.
3. La Primera Gran Guerra.
4. La Segunda Gran Guerra.
Cuando Achoord’u volvió del viaje de exploración en el que se encontraría la Ciudad Sellada de Randenanverrad, las cosas habían cambiado mucho en O’shyhon. Una gran guerra se libraba ahora, conocida por los Armadillos como la Gran Guerra. Todo empezó en el continente de D’radhin, aquella tierra que Achoord’u había dejado tanto tiempo atrás. Los clanes Vor’unt y Angald-rad (/an-gal-’rad/) estaban enzarzados de nuevo en una de sus comunes disputas territoriales. Pero esta vez, la casa Ith’ingu (/iz-’in-gu/) se vio implicada en las refriegas. La casa Ith’ingu de D’radhin había abierto acuerdos con los Kel’danunog (/quel-da-un-nog/) de las lejanas tierras de Nyaughorm. La casa de Orrothgha (/o-rroz-ga/), una de las principales gobernantes de Nyaughorm había aprovechado para arrebatar a los Kel’danunog unas tierras disputadas y esto implicó también a los Ith’ingu.
En Swehinves, varios archipiélagos que comerciaban con D’radhin y con Nyaughorm se vieron implicados hasta el punto que los principales gremios mercantiles de Swehinves también tomaron partido en la guerra. Parecía como si ahora que las diferentes regiones de O’shyhon estaban en contacto, esto fuera a suponer su destrucción. La invención de las naves de casco hondo había esparcido la guerra a todas las orillas.
Achoord’u procuró no involucrarse, pero le fue totalmente imposible. Sus puestos comerciales en Or’tori, Vayckust y varias docenas de sitios más habían sido asaltados y las personas que atendían los puestos, asesinadas. Ahora todos sus socios, o mejor dicho, los descendientes de éstos, subvencionaban flotas de ataque.
Achoord’u reunió y guió a un pequeño grupo de ciudadanos para expulsar a los Iraugheldinos 1 de Vayckust. Antes de restablecer el orden, las milicias ciudadanas ya se habían enfrentado a más de seis bandos distintos. Viendo que O’shyhon se veía engullida por el remolino de la guerra, Achoord’u se puso al frente de un gremio marino creado por él mismo.
Las numerosas facciones independientes, la mayoría de ellas agrupadas en torno a las casas nobles, clanes y tribus de O’shyhon, se reunieron finalmente en cuatro facciones de ámbito territorial. Estos temibles colosos abarcaban el territorio de sus respectivos continentes. Tres de ellos querían llevar el conflicto a su amargo final. Parecían haber olvidado completamente porqué empezó todo ello y argüían razones de honor y religión. La cuarta facción, una federación de países-archipiélago, quería la paz inmediata e insistía en resolver las diferencias a través de la negociación. También algunos de estos querían la guerra, pero siendo conscientes de que no tenían ejércitos para luchar en campo enemigo, se unieron a la federación.
Esta actitud pacifista no era de sorprender, ya que los que más tenían que perder eran aquellos que no tenían tanto poder bélico y sus islas siempre eran las primeras en ser saqueadas. A lo largo de los conflictos, batallas y escaramuzas que siguieron, unos se veían con menos fuerzas para continuar, mientras que otros, con los ánimos encendidos, daban más brío a sus campañas. De entre los integrantes de la federación de Swehinves que llevaban el mando, cada vez se notaba más la presencia de Achoord’u como un buen liberador de sus costas y un resiliente guerrero.
Fue cuestión de tiempo, que los gremios de comercio de Swehinves pusieran a Achoord’u a cargo de sus ejércitos. Y su reacción, siempre excéntrica a ojos de los otros Armadillos, no se hizo esperar. Renombró a la federación como Tas’turyrak (/tas-tu-ri-’rak/), un vocablo stuayth que significaba "Armonía a través de la Magia".
Pronto resulto evidente, que el vínculo con los Stuayth iba más allá del nombre. Las fuerzas de Tas’turyrak, lideradas por Achoord’u derrotaban a sus enemigos con una facilidad pasmosa. Primero pacificó Nyaughorm y después centró sus esfuerzos en Ustoughusk. Las fuerzas de este continente eran más de rapiña, que de combate, por lo que lo único que consiguió Achoord’u fue detener los barcos que salían de sus tierras, no controlar el interior. El continente de D’radhin estaba bien armado y sus múltiples territorios eran todos muy belicosos.
La Federación de Tas’turyrak, utilizó una estrategia de envolver el continente de D’radhin con diferentes flotas y desembarcar por diferentes flancos. Cuando hubieron tomado las regiones de la periferia fueron hacia las capitales y, desde allí, se encaminaron hacia Gntast (/’gen-’tast/), el centro del poder de la casa Angald-rad. Al ver el inexplicable avance de la federación asentada en Swehinves, las casas y tribus de D’radhin hicieron un frente común (que no un frente en el que se disputasen las tierras recién conquistadas) alrededor de la casa Angal-rad.
Muy inferior en número, la casa Angal-rad se vio tan desesperada que finalmente optó por una solución nunca antes vista, recurrir a la magia. En Gntast se encontraba el mayor acúmulo de réprobos y gente interesada en la magia. Estos no solo habían intentado descubrir algún hechizo, sino que había gente que practicaba alguna disciplina stuayth e incluso cosas más horribles. En una situación corriente, estos Armadillos jamás habrían visto la luz del día, habrían pasado sus días en los calabozos, pero tal como estaban de desesperados por no perder el control de D’radhin, los Angal-rad los soltaron en mitad del campo de batalla.
Este nuevo batallón consiguió vencer a varias destacamentos que se aproximaban a Gntast. Cuando Achoord’u se enteró de la noticia, estalló en cólera. Vociferaba palabras sin sentido de un idioma ya extinguido. Aunque sus camaradas no pudieran entenderle, sabían que esto no significaba otra cosa más que problemas.
Achoord’u lanzó un ataque directo con sus mejores tropas hacia Gntast, dejando el resto del ejército en las afueras. Este regimiento casi resultó aniquilado también, aunque muy debilitado consiguió vencer a los practicantes de magia que le salieron al paso. Cuando Achoord’u estuvo enfrente de las murallas de la ciudad, comunicó un mensaje al vocero de Tas’turyrak que decía:
"Habitantes de Gntast rendíos ahora o afrontad las consecuencias de vuestros actos. Ante ciertas circunstancias no se puede tener piedad de tu enemigo".
Acto seguido las tropas de los Angal-rad asaetearon al vocero.
Esto resultó una grave ofensa para Achoord’u que preso de su rabia metió su mano en su bolsillo y sacó un anillo hecho de un mineral nunca antes visto por los presentes, salvo en las Cicatrices de la Tierra. Empezó a recitar una hipnótica letanía y a hacer movimientos con los brazos con una rapidez pasmosa, como si estuviera en trance. A los pocos minutos, mientras el resto de su regimiento moría ante las puertas de la ciudad asaeteados por los Angal-rad, una extraña niebla negruzca se empezó a formar encima de Gntast. A medida que caía sobre la ciudad, el bullicio se iba a apagando. Finalmente un tenso silencio cayó sobre la ciudad, al tiempo que empezaba a disiparse la niebla.
Achoord’u se dio la vuelta y con aire cansado volvió a su campamento. Cuando llegó, causó una gran conmoción, ya que volvía solo, y ademas tenia una piel demacrada, como si hubiera estado privado de alimento durante varias semanas. No quiso contestar a las preguntas que le hacían sus camaradas, simplemente dijo que la ciudad ya estaba libre para ser conquistada.
Cuando entraron, la población entera parecía haberse desvanecido, el ejército que entraba victorioso tenía el presentimiento de que Achoord’u hubiera ido demasiado lejos esta vez. Todos tenían la garganta seca aunque no hubieran tenido problemas para tomar la plaza.Después de esta victoria, las dudas se disipaban, aunque nadie hubiera visto a Achoord’u usar un Legado Stuayth, se corrió la voz de un rumor sin verificar, puesto que no había testigos, de que una niebla mágica se había formado dentro de las murallas de Gntast. Esto significaba que Achoord’u había sido lo suficientemente ingenioso, o había tenido la suficiente suerte como para usar la magia sin ser visto.
Acabada la guerra, era evidente quién debía gobernar los territorios conquistados. Además de que Achoord’u tenía la fortuna que habían acumulado sus negocios a lo largo de más de 200 años, era uno de los hombres más cultos y había sido puesto al mando de Tas’turyrak, el ejército de Swenhinves.
Achoord’u aceptó el cargo de Emperador de O’shyhon, y muchos otros que le fueron dados. Como primera medida, decidió establecer como capital administrativa del imperio, el país de Vayckust. Para trámites ordinarios, cada región seguía estando gobernada por sus anteriores dueños.
No hay duda que esta decisión se tomó por fines prácticos, en primer lugar, quedaba a medio camino entre los demás continentes, D’radhin, Ustoughusk y Nyaughorm. Segundo, beneficiaba a Swehinves, el ganador de la contienda, y por último permitía que Achoord’u mantuviera su residencia. La hacienda de Achoord’u que ya era espléndida por aquellas fechas, se convirtió en un verdadero palacio, con tal cantidad de estancias que era fácil perderse. En él había libros en más lenguas de las que pueden contarse con las manos, animales exóticos que no se podían observar en ningún otro lugar, artilugios de muy dudoso uso, ya fuera mundano o especial y otras cosas que eran encargadas por sus consejeros y pasaban a ser gastos del Imperio. Saunas, piscinas calientes y tibias, cubiertas con toldos o techos, acondicionadas con planchas de hielo o de sal, adornadas con flores y un sin fin de otras comodidades se daban citas en las hectáreas que ocupaba la mansión imperial.
El día en que se celebró la ceremonia de coronación, Achoord’u pronunció un inspirado discurso que sería recordado por los nobles allí presentes y por las generaciones venideras. En él, confesaba que durante muchos años había estado buscando el conocimiento de la magia, redescubriéndola y aprendiendo de ella en secreto y, que en el transcurso de sus expediciones, había descubierto su existencia y recuperado los Onryn Droom (/’on-rin drum/) 🔊, los Cinco Legados, la herencia que presumiblemente los Stuayth, que no eran en absoluto una raza caprichosa, les dejaron. Durante este discurso, conocido posteriormente como Streewray-sam craingorm O’shyhon (/es-tri-gru-ai sam cra-in-gorm-o-shi-xon/): "La proclama del nuevo O’shyhon". Achoord’u les hablo que la magia no es, en sí misma, algo perjudicial. Pero que para guardarse de sus posibles peligros, él juraba no volver a usar la magia excepto para casos de reconocida urgencia y gravedad.
En los años siguientes, Achoord’u cumplió su juramento. Su nuevo Imperio seguía estando convulso. Las revueltas y guerras civiles aparecían de manera esporádica, como ajustes de cuentas entre los participantes de la Gran Guerra. Nunca, ni en un sólo caso, utilizó Achoord’u el enorme poder que tenía a su disposición. Todos los conflictos seguían su rumbo, todas las disputas se ajustaban como tenían que suceder. Había quienes llegaban a decir que un hechizo en el momento correcto era preferible a la pérdida de vidas humanas que provocaban estos ajustes de cuentas.
Los primeros años de reinado de Achoord’u estuvieron marcados por su vida personal. El Primer Emperador Armadillo de O’shyhon (título, que según decían, no era de su agrado, pero que le había sido dado por su asustado y agradecido pueblo) aprovechó su situación actual para contraer nupcias con la mujer que compartía su vida en Vayckust, Soray-Zikuru-xibimu, también conocida como Sozixi, un nombre hecho con la primera sílaba de cada uno de sus nombres. De esta unión nacieron cuatro hijos, y su apariencia era un milagro de la ciencia. Dos niños y dos niñas, dos de ellos Armadillos y los otros dos Ardillas.
Para cuando sus hijos crecieron, el estado general del mundo era mucho más calmado, con todas esas rencillas enterradas. Achoord’u, que siempre había sido un armadillo con preocupaciones desconocidas, ahora parecía tranquilo con su familia, hasta que sucedió algo imprevisto.
Como ocurre en ciertas ocasiones, cuando uno menos se lo espera, la tragedia golpea. Un día que Achoord’u y su familia estaban navegando en las costas de Vayckust con el primer barco de casco hondo que construyó 2 sucedió la desgracia. El día se presentaba bastante apacible, un clima soleado y sin viento. Pero en el mar, el tiempo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos, y después de todo, Vayckust se encontraba en mitad del océano.
La tormenta golpeó el puerto como una furiosa serpiente. El agua estaba quieta, incluso parecía alejarse de la costa, pero fue un espejismo, de repente vinieron inmensas olas cargadas de espuma, impulsadas por salvajes vientos que las hacían encorvarse más aún. En mar abierto, el barco de Achoord’u volcó. Achoord’u había aprendido a ser un gran nadador, pero sus hijos y su mujer estaban a merced del mar. Logró salvar a sus cuatro hijos, cogiéndolos y llevándolos al puerto, pero no pudo salvar a Sozixi.
La tormenta se fue tan rápido como había venido, pero las cosas habían cambiado para siempre. Achoord’u podría haberlos salvado a todos si hubiera usado la magia. Este pensamiento le reconcomía día y noche, pero no incumplió su juramento.
La mañana de aquel día, cuando su familia subía al barco, Achoord’u era un hombre en la cumbre de la vida y gracias a las propiedades pasivas de los Legados, podría gozar de buena salud durante muchas más décadas, quizá siglos. Pero los días siguientes a esa tormenta se sintió un hombre viejo y derrotado. Y se hundió más y más en la pena, amargado por sus remordimientos.
*1: de Iraugheld (D’radhin), controlado por el clan Vor’unt. Volver.
*2: El barco de Achoord’u no había aguantado 200 años. Cuando entraron en Randenanverrad, la Ciudad Sellada, el campo de relatividad del tiempo que la rodeaba se extendía concéntricamente por toda la isla, sus costas y parte de su mar territorial por lo que para el barco no habían pasado 200 años. Volver.
Criaturas: Armadillos, Ardillas, Stuayth.
Lugares: Planeta O’shyhon. Continente D’radhin. Continente Nyaughorm. Continente Swehinves, Continente Ustoughusk. Isla de Or’tori, Isla de Vayckust. Ciudad de Randenanverrad. Ciudad de Gntast.
Acontecimientos: Gran Guerra. La proclama del nuevo O’shyhon.
Objetos: Cinco Legados.
Idiomas: Idioma stuayth.
Organizaciones: Clan Vor’unt, Clan Angald-rad, casa Ith’ingu, casa Orrothgha. Federación de Tas’turyrak, Kel’danunog. Imperio.
Títulos: primer emperador armadillo.
Individuos: Achoord’u, Soray-Zikuru-xibimu.
Conceptos reales: Mar territorial.
Texto: Avengium.
Imagen I: Avengium. Imagen en tamaño completo aquí → O’shyhon.
©Avengium