Los Adale
Imagen I: Un Adale con su espada, meditando y esperando a su próximo contrincante patryn, por Cara Mitten.
Texto original de Jakeukalane inspirado en la imagen. Ver nota.
Estos peligrosos semidragones habitan en una reducida zona del Laberinto, atormentando a todo Patryn que por allí se acerque. Aunque crueles y retorcidos como el resto de criaturas que habitan el Laberinto, los Adale tienen un extraño código de honor. Cuentan los Patryn que se han enfrentado con ellos (y han salido con vida) que lo que realmente aman estos seres es la lucha.
No son tan traicioneros como el resto de seres del Laberinto, aunque si que dejan una falsa esperanza de poder vencer imitando en esto a otros seres.
Una vez que han acorralado a un Patryn (cosa que hacen simulando lugares paradisíacos donde descansar y que el corredor precavido evitará), le dan una espada. Le dan cinco minutos de preparación mental (anulando su capacidad de recuperar mágicamente la salud o de cualquier uso mágico) y comienzan el combate.
Los Patryn que han salido vivos de estos combates a muerte, relatan que aunque estaban defendiendo su vida, los Adale en ningún momento parecían querer matarlos, lo que querían era disfrutar de la lucha (si el Patryn resultaba muerto durante la pelea era más bien un efecto colateral no buscado, parecen sugerir las fuentes).
Algunos Patryn después del Gran Suceso, han intentado convencerlos de que dejen de luchar contra los Patryn y que luchen contra el Laberinto. La ayuda que los Adale a proporcionado a los Patryn es inestimable.
Criaturas: Patryn. Adale.
Espacios Planares: Mundos Separados: Laberinto de los Mundos Separados.
Acontecimientos: Gran Suceso.
Nota I: Inspirado en los libros de El Ciclo de la Puerta de la Muerte (PDF) de Margaret Weis y Tracy Hickman. Esto es un fanfic, esta raza no aparece en ningún momento en los libros.
Texto: Jakeukalane.
Imagen I: Cara Mitten. Imagen original aquí → Dragonsword, 2003. Imagen en tamaño completo aquí → Los Adale. Imagen ampliada aquí → Los Adale (grande).
©Hyposs Productions. ©Cara Mitten
0 comentarios