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El Bestiario del Hypogripho Dorado

Criaturas mesopotámicas

Pazuzu

Pazuzu

Imagen I: Estatuilla de bronce asiria de un Pazuzu, MNB 467, entre el 800 y 700 a.n.e. (dominio público).


1. Pazuzu.
2. Lamaštu.


Texto mitológico por Jakeukalane.


1. Pazuzu

Pazūzu (𒀭𒅆𒊒𒍪𒍪, dpa3.zu.zu)1  es el rey de los "lilû" (vientos/espíritus generalmente malignos)2  en la mitología acadia y asiria 3. Es hijo del dios Hanbi (o Ḫanpa) y hermano de Ḫuwawa (o Humbaba), el gigante del Bosque de los Cedros que aparece en la Epopeya de Gilgameš. Representaba el viento tormentoso del sur y del sudoeste, que portaba la peste y la sequía y la "fiebre"4  y traía terribles tormentas y plagas.

La conexión entre las dolencias y el Viento del Sur (y Sudoeste) se ha intentado explicar como debido a que dicho viento traía cantidades considerables de arena, lo que a la larga estropeaba el terreno y lo salinizaba, afectando a la agricultura y provocando por lo tanto hambrunas. Ambos vientos soplaban desde la misma dirección desde donde se pensaba que estaba la Tierra de los Muertos.

En algunos de estos aspectos se puede considerar al sumerio Viento del Oeste como una versión anterior, si bien la rica y compleja iconografía del Pazuzu se desarrolla exclusivamente (y de manera repentina) en el I milenio a.n.e. (Edad del Hierro).

Se lo representa con cuatro alas y rostro deformado (de león o cánido pero también se perciben rasgos humanos), ojos saltones y el cuerpo cubierto de escamas. También tiene una cola y aguijón de escorpión 5  y el pene termina en una cabeza de serpiente. Sus patas terminan en garras de águila con espolones (es decir, garras como las de Anzû) y la caja torácica es similar a la de un ave.

La complejidad de la representación del Pazuzu hablan de un simbolismo muy estudiado y cuya manifestación pública (las estatuillas) diferiría algo de su representación mental.

Según Jeremy Black y Anthony Green (ver fuentes bibliográficas), los espíritus malignos en Mesopotamia evolucionaron a lo largo de los años, desde representaciones de animales amenazadores hasta personificaciones de la amenaza del peligro y la muerte. Black y Green afirman que Pazuzu es la máxima expresión de esta evolución y proporcionan una cronología simplificada del proceso, dividiéndolo en cinco fases.

  1. Una fase formativa, en los últimos períodos de Ubaid y Uruk, cuando las características de diferentes animales se combinaron por primera vez en seres compuestos no naturales.
  2. Una fase optimista, en el período acadio, cuando las escenas glípticas muestran la captura y el castigo de espíritus malignos infames.
  3. Una fase equilibrada, en el Período paleobabilónico, cuando los diseños de sellos cilíndricos a menudo mezclan imágenes (dioses, símbolos y otros motivos) de asociaciones buenas y malas con respecto a la humanidad.
  4. Una fase de transformación, con arte mitanio, casita y medio asirio de los siglos XIV al XI a.n.e., cuando las imágenes centradas en el hombre del antiguo período babilónico dieron paso a una preponderancia de híbridos con cabeza de animal.
  5. Una fase final, representada por el arte neoasirio y neobabilónico, cuando los espíritus individuales fueron representados en todo su horror. Esta última fase de desarrollo concuerda con la nueva teología de un inframundo poblado por espíritus malignos en el I milenio a.n.e.. El cambio ocurre, además, al mismo tiempo que la llegada de la práctica de erigir en palacios y templos estatuas monumentales y relieves de seres mágicamente protectores, y de enterrar pequeñas imágenes de arcilla de ellos en los cimientos. Estos dioses, espíritus y monstruos tenían trasfondos culturales diversos pero fueron puestos en una serie visual restringida y por primera vez fueron tratado como un grupo en las narrativas mitológicas.

El Pazuzu era invocado en amuletos apotropaicos (de hecho esa es la función primordial que se le atribuye principalmente en las fuentes textuales), que combatían los poderes de la maléfica diosa rival, Lamaštu (también llamada Dimme o Labartu) 6, su esposa, de la que se creía que causaba daños a la madre y a los niños durante el nacimiento y, en general, a todos los seres humanos 7. Aunque Pazuzu era en sí mismo considerado un espíritu maligno, también era capaz de alejar y asustar a otros espíritus malignos y por lo tanto protegía a los humanos de plagas e infortunios. Por ejemplo, se colgaba efigies de Pazuzu al lado de la cama de las mujeres embarazadas (o en collares en el cuello) para protegerlas.

El Pazuzu fue ampliamente representado en el arte asirio desde el I milenio a.n.e. en la forma de numerosas estatuillas de bronce y amuletos protectores, hechos de una gran variedad de materiales desde simple terracota (la mayoría) hasta bronce, hierro, oro, esteatita, mármol, cristal, jaspe o hueso. Durante este periodo, muchas creencias y prácticas mágicas estaban asociadas con él. Al igual que la protuberancia de la cabeza es una argolla para que la figurilla pudiera ser colgada de la pared, los pendientes, fíbulas o collares con su representación (que incluyen generalmente sólo su cabeza) se llevaban pegados al cuerpo para potenciar sus efectos.

La apariencia terrible que tiene el Pazuzu se relaciona con su capacidad de asustar a otros espíritus. En este sentido, los rasgos faciales terroríficos son similares a los de Ḫuwawa, cuyas representaciones de su cabeza también eran empleadas como amuleto en la Edad del Bronce.

La estatuilla de 14,5 cm que encabeza el artículo tiene esta inscripción en cuneiforme en su reverso:

"Soy Pazuzu, hijo de Ḫanpa. El rey de los espíritus malignos del aire, quien emerge en ira violenta de las montañas soy yo".

En otros documentos, la inscripción es más larga.

Uno de los amuletos (el AO 22205), es precisamente una placa sujetada por una cabeza de Pazuzu y que sirve para que el espíritu maligno Lamaštu vuelva al Inframundo (Irkalla).


Placa para alejar a la diosa Lamashtu
Imagen II: Placa para alejar a la diosa Lamaštu, AO 22205, período neoasirio (dominio público).


En el primer registro 8  la persona enferma es puesta bajo la protección de las divinidades representadas por sus símbolos divinos. Por ejemplo, el relámpago de Adad, el disco alado de Aššur, la medialuna de Sin, los siete puntos de los Sebēttu (también identificadas como las Pléyades) o la lámpara de Nusku.

En el segundo registro hay una procesión de espíritus o dioses menores con cabezas de animales (los Sebēttu, literalmente "los Siete") 9  que ruegan al Lamaštu que vuelva al Inframundo.

En el tercer registro la persona enferma alza sus manos al cielo, para orar. A cada lado de su cama, aparecen dos sacerdotes vestidos de peces llevan a cabo un ritual de exorcismo y expulsar al espíritu maligno del cuerpo del paciente. Estos sacerdotes representan a los genios acólitos del dios de las aguas y la sabiduría, Enki y son conocidos como "Apkallû" que significa "sabio".

En la parte izquierda aparece una lámpara, símbolo del dios Nusku: guarda la habitación durante la noche, cuando se pensaba que el mal era más propenso a atacar. En la derecha los espíritus Ugallu y Lulal ejercen también una función apotropaica.

En el cuarto registro el espíritu maligno femenino Lamaštu de rodillas sobre un asno en un bote 10, 11, 12  en medio de una corriente de agua (el río que conduce al Inframundo) yendo en dirección al desierto (es decir, a la estepa, los ídEDIN), sujetando una serpiente en cada mano y mientras dos perros pequeños 13  maman de sus pechos. En frente de ella hay víveres que sirven para tentarla para que vuelva al Inframundo. Detrás de ella, su esposo, el espíritu Pazuzu, la está haciendo huir.

Estos registros están dispuestos siguiendo los "estratos cosmológicos" mesopotámicos: en lo alto el cielo, después los dioses menores (Sebēttu), en el centro el mundo humano y abajo el Inframundo con el Abzu o aguas subterráneas.

En el reverso se puede observar el resto del cuerpo de Pazuzu (ver fuentes iconográficas).

Esta placa muestra precisamente el aspecto doble del Pazuzu: como espíritu del viento y como ligado al ámbito doméstico.

Paralelismo con Bagdana y Ašmedai (ver fuentes bibliográficas, Horowitz).

2. Lamaštu

Lamaštu es descrita como teniendo la cabeza de un león, los dientes de un asno, pechos desnudos, un cuerpo peludo, las manos manchadas (¿quizás de sangre?), largos dedos y uñas, y los pies de Anzû (Imdugud), esto es, espolones de ave. Así también, en el arte de los siglos IX al VII a.n.e., se la representa también con orejas erguidas que se parecen a las de un burro 14.

A pesar de que Lamaštu era una diosa hija de Anu (característica que es usada como nombre incluso: mārat Anim, lit, "hija de Anu") está nombrada en los últimos lugares en la lista de dioses "Anu ša amēli" 15  junto con los espíritus malignos Labaṣu, Aḫḫazu (espíritu de la dicteria), Bibitu y Lilitu, lo que significa que jerárquicamente era una diosa menor. En el período de Ur III no se ponía en su nombre el predeterminativo divino, aunque en un texto del mismo período se habla de las "siete damiselas Dimme". Los grupos de espíritus de esa época, como udug o asag se presentaban en grupos de siete.

No está clara la etimología de su nombre, tanto en sumerio como en acadio. Se ha dicho que DIM sería una palabra que podría significar "cadáver" o "figurilla", de forma similar también podría ser una forma irregular de "lamassu" "dios menor, figurita", usada en el I millenio a.n.e. para designar a este espíritu maléfico. Sin embargo estas interpretaciones no se pueden verificar.

Lo que está indudablemente claro es que tenía una categoría malvada como se muestra en algunos textos donde se dice que bajó de los cielos, desterrada por querer comer bebés humanos para cenar. En los primeros textos ya se menciona que Anu (su padre) y Antu (su madre) la expulsaron del cielo por su mal comportamiento.

Los perros eran un importante remedio para estar a salvo de Lamaštu en una casa.

Aunque en el caso de Lamaštu sí hay evidencias anteriores (desde principios del II milenio a.n.e. tanto en sumerio como en acadio) las representaciones de espíritus malignos son escasísimas en el arte, quizás porque se pensaba que sus imágenes podían poner en peligro a la gente; en algunos casos las descripciones de sus apariencias eran tan vagas e inconsistentes que se sugiere que ni siquiera estaban bien establecidas.

Sin embargo, como ya vimos en el caso del Pazuzu, esto cambia en el I milenio a.n.e. y las representaciones de Lamaštu se multiplican, lo que puede ir en relación con un nuevo concepto de un Inframundo poblado de espíritus.

*1: 𒀭 (DINGIR o AN) es un predeterminativo que llevan las divinidades en escritura cuneiforme (es decir, puede afectar a divinidades sumerias, asirias, acadias, hititas, entre otras). Se translitera con una d volada —dNusku, por ejemplo— o una d entre paréntesis —(d)Nusku—. Categoriza la palabra a la que sigue. En este caso significa que el nombre siguiente es el de una divinidad. Hay más predeterminativos (o postdeterminativos) como los que indican que un objeto está hecho de madera (giš) o que se trata de una ciudad (ki). En la primera sílaba de la palabra —pa3—, se observa en la transliteración un subíndice. Los subíndices en la transliteración del acadio son convenciones de los asiriógos que dan informacion acerca de qué signo se ha usado originariamente. Esto ocurre porque el sumerio es una lengua aglutinante donde muchas unidades de significado eran monosilábicas por lo que hay muchas palabras homófonas. Esas palabras homófonas (por ejemplo e=casa o e2=templo, tenían signos cuneiformes diferentes. La asignación de los números es arbitraria, dando a los "más frecuentes" el 1 (que no se escribe), a los siguientes más frecuentes el 2 (que también se podía poner mediante un acento agudo), el 3 (mediante un acento grave) o 4, 5, 6, etc. Volver.
*2: Pese a estar aceptado el término "demonio" en toda la bibliografía (la usada aquí es muestra de ello), este término es impropio para definir a los espíritus de la mitología mesopotámica. Esta clase de seres dañinos incluye a diferentes entidades generalmente agrupadas juntas por su comunes intenciones malignas. Por lo tanto son tratadas en las colecciones de encantamientos como si fueran parte de una entidad indivisible. En general, pueden ser descritas como fuerzas caóticas naturales que dañan a los seres humanos pero también pueden ser conjuradas o aplacadas como atestiguan sus usos apotropaicos contra otros daimones 2b  similares. Son considerados seres primordiales y no propiamente dioses. Su carácter primigenio está caracterizado por su incompletitud, no sólo física —son monstruos híbridos, cuyo cuerpo está compuesto de partes de animales agresivos— sino también funcional —no son seres independientes sino súbditos y mensajeros de los dioses—. Volver.
*2b: He preferido emplear aquí esta palabra para resaltar el paralelismo con los daimon del mundo griego: "daimon" (δαίμων: "dios", "divinidad", "poder", "destino"), originalmente se referería a una deidad menor o espíritu guía. La palabra se deriva del proto-indoeuropeo *daimon (palabra reconstruida pero no atestiguada) "proveedor, divisor (de fortunas o destinos)", de la raíz *da- "dividir". Los Daimons eran vistos posiblemente como las almas de los hombres de la edad de oro actuando como dioses tutelares. Es decir, podían actuar tanto benignamente como malignamente. Volver.
*3: Aunque en ocasiones se los asocia a Pazuzu con el mundo sumerio, la existencia de textos bilingües súmero/acadio y textos en sumerio no significa que quienes los escribieran fueran sumerios. De hecho, datan de la II dinastía de Isin, un periodo posterior a la dinastía casita y, por lo tanto, siglos después de que el sumerio dejase de ser empleado de forma hablada y fuese reemplazado en el habla por el acadio; Esto no ocurrió así en la escritura, ya que el sumerio conservó un importante carácter de prestigio, similar a cómo se siguió escribiendo en latín en la Edad Media cuando era una lengua muerta. Volver.
*4: En ocasiones se denomina "fiebre" al mismo viento en la actualidad en Irak. Volver.
*5: Esta característica la comparte con muchos otros seres híbridos mesopotámicos. Por ejemplo tanto los centauros alados, los girtablullû (hombres escorpión), el espíritu malvado Samana, como (algunos) leones-dragones presentan colas de escorpión. Una placa que posiblemente represente al espíritu lilītu la muestra con forma de loba y cola de escorpión, a punto de devorar a una mujer joven. Volver.
*6: La lectura del logograma sumerio (sumerograma) dDIM3.ME era Dim(m)e se indica mediante grafemas: el ME que generalmente se agrega (pero no siempre) a la base dDIM3 no cambia el significado, y debe ser un indicador fonético 6b. A pesar de que se escribía con logogramas sumerios se leía como "lamaštu". Es curioso notar que el grupo de espíritus malignos que acompañan en los textos de encantamientos a Lamaštu como por ejemplo Labaṣu (dDIM3.ME.A), Aḫḫāzu (dDIM3.ME.LAGAB) y ??? (dDIM3-me-a-ra-li), se escriben de manera similar en sumerio, variando sólo el último signo. La pronunciación como se ha visto es diferente. Volver.
*6b: En escritura cuneiforme (y mayoritariamente en acadio debido al uso de sumerogramas) hay ciertos signos que no añaden contenido semántico sino sólo fonético. Por ejemplo el nombre del dios Anum. El nombre de este dios se puede escribir logográficamente solo con el signo 𒀭 pero si se usa solo este signo podría ser que el lector escogiera la lectura DINGIR (divinidad) y no AN (Anum). Para evitar esta posible confusión el escriba añade un complemento fonético (-num) para guiar la lectura de Anum (Feliu Mateu, 2016). Volver.
*7: Pese a la insistencia en alguna bibliografía de que el Lamaštu sólo daña a bebés y a embarazadas, estos espíritus del viento podían causar mal a cualquier cosa. Volver.
*8: En un elemento iconográfico, un registro es una banda horizontal delimitada por líneas que pueden dividir elementos de diferente jerarquía o que transcurren en diferentes momentos. Volver.
*9: Los Sebēttu (o Sebittu, en sumerio Imimbi) son el resultado del dios del cielo An y el de la tierra (Uraš). Fueron asignados al Inframundo como los asistentes de los dioses Erra y Nergal y también para acompañarlos a la guerra.

"En verano, para adaptarse a dormir en el techo, los Siete del heraldo permanecen de este lado y merodean por los tejados del país [...] En ese mismo día, mientras la noche se aproxima, el primero es (como) un zorro que arrastra/agita su cola, el segundo ser olisquea como un perro doméstico, el tercero, como un cuervo, (su) mordisco picotea larvas, el cuarto sobrevuela como un gran buitre devorador de carroña, el quinto ser, aunque no es un lobo, cae sobre las ovejas negras, el sexto ser ulula como un búho, el cual reside en..., el séptimo ser es (como) un tiburón 9b (que) se mueve rápidamente a través de las olas 9c". (Himno a Hendursâga, 46-48, 77-84) (Verderame, 2016,).

Los Sebettu, de la imagen no coinciden con los animales mencionados en la fuente, lo que podría significar que hubiera varias tradiciones. En la iconografía estándar de los Siete del período neoasirio, usan sombreros cilíndricos altos con bordes superiores con plumas y largas túnicas abiertas. Cada uno lleva un hacha y un cuchillo, así como un arco y un carcaj. En el arte neobabilonio y neoasirio fueron simbolizados por los siete puntos (en ocasiones sustituidos por siete estrellas en alusión a las Pléyades). Volver.
*9b: La identificación de kušu2 y su cognado en acadio kušû es complicada y ha sido atribuida a diversos animales acuáticos como la foca, el tiburón, el cocodrilo, el cangrejo o la tortuga. La identificación es dificultosa por el solapamiento del término kud-da de las listas léxicas posteriores (que se refiere a otro animal que no tenemos identificado) y por la confusión con el signo NAGAR que identifica a la constelación de Cáncer en textos también posteriores. Sin embargo, en textos del acadio antiguo se hace mención a la piel del kušu2 (kuš) lo que descartaría los cangrejos y las tortugas. Además, los tiburones no son poco comunes en los ríos de Oriente Próximo. Es curioso también que la palabra actual para tiburón en Irak sea kušu. Volver.
*9c: Verderame ofrece una detalla explicación (ver fuentes bibliográficas, Verderame, 2017, "The Seven Attendants of Hendursaĝa...") sobre el verbo im-bu-bu-bu que se ha traducido como "moverse a través de las olas". Después de enunciar los motivos por los que la triplicación de "bu" se asocia a movimiento o a morder, concluye diciendo que «este pasage del himno de Hendursaĝa pueden referirse entonces a la descripción de un tiburón avanzando a través del agua con sus mandíbulas abiertas y "mordiendo" las olas». Volver.
*10: El bote podría ser una manera de expresar el deseo de su partida rápida. En un ritual, encontrado en un grupo de tablillas que datan del I milenio, debía ser instalada en una maqueta de un bote con los objetos necesarios como distracción y que así las rápidas aguas del Tigris se la llevaran de manera segura. Volver.
*11: Así como los dioses o las estatuas de culto que los representaban, tenían casas (templos), mesas para comer, camas para dormir y ropa y joyas para adornarlas. por lo que también tenían barcazas de tamaño completo, generalmente impulsadas por remeros, en las cuales viajar por el río o el canal. Estos botes se utilizaron cuando las estatuas de los dioses hacían viajes rituales para visitarse en los tiempos festivos. Los barcos individuales tenían nombres. Durante el período de la historia mesopotámica cuando cada año era nombrado a partir de un evento importante del año anterior (alrededor del 2300-1650 a.n.e.), el reacondicionamiento y calafateo del barco de un dios era una empresa suficientemente grande y costosa para servir como un nombre de año. El barco del dios se almacenaría en el templo y parece que la estatua de culto del dios y algunos de los tesoros del dios o la diosa podrían exhibirse en el barco. Los barcos de los dioses son un tema favorito en la literatura sumeria, especialmente en los diversos poemas que celebran viajes divinos. En este caso, sin embargo, Lamaštu no tiene asociado un templo o lugar de culto, por lo que la interpretación anterior (intención de hacer que se marche rápido al Inframundo) es la preferida. Volver.
*12: Como todos los dioses, Lamaštu tiene un animal distintivo, que en su caso es el asno. Ver nota 14. Volver.
*13: En el libro de 1901, "History of Egypt, Chaldæa, Syria, Babylonia, and Assyria" de G. Maspero se identifica erróneamente la representación de la placa con Nergal pero también se menciona que las crías son de león (lo que encajaría mejor). En otras fuentes se mencionan una variedad de animales (como crías de perro o cerdo). Volver.
*14: Las orejas de asno son típicas de diversos espíritus y monstruos mesopotámicos con cabeza de león: el león-espíritu (ugallu), el león-grifo y de Lamaštu en el I milenio. Cuando estas criaturas eran copiadas en el arte fuera de Mesopotamia reemplazaban dichas orejas por unas de león, un interesante ejemplo de falta de entendimiento de la convención mesopotámica. Sin embargo, en el arte griego el grifo retuvo sus largas orejas, y eso se traspaso a la iconografía de dragones y grifos de la Edad Media y Edad Moderna europeas (por ejemplo, en el Grifo masculino heráldico). Volver.
*15: Se la menciona al menos en dos grandes listas de dioses: "An: dA-nu-um" y "An: Anu ša amēli". Anu ša amēli es una lista en acadio y en contraposición con "An: dA-nu-um" muestra poco interés en el status o en las relaciones entre las diferentes divinidades entre sí. Cuenta con unos 180 nombres de divinidades y sus descripciones. Volver.


Criaturas mitológicas: Pazuzu, Hanbi (Hanpa), Lamaštu, Huwawa. Dioses: Nergal, Enki, Adad, Aššur, Nusku, Anzû.


Texto: Jakeukalane, adaptado a partir de diversas fuentes.

Fuentes bibliográficas

Fuentes generales

Imagen I: PHGCOM, fotografiada en el Louvre, CC BY-SA 3.0 / dominio público, via wikimedia. (antigua).
Imagen II: Dominio público.

©Hyposs Productions. ©PHGCOM

v. 1.2. 23/07/2019. 01:43:00


Galería de fuentes iconográficas: El Pazuzu y el Lamaštu

Material/AutorContextoURL
Dibujo/Faucher-GudinPlaca del Inframundo, dorsoPazuzu
BroncePlaca del Inframundo, reversoPazuzu
BronceAmuleto ANE 93089Pazuzu
Cuneiforme
Labartu (Lamaštu) en cuneiforme
Labartu
CuneiformedDIM.MEDIMME/Lamaštu
PlacaLamaštu H9174Sebēttu
TerracotaPIeza 22458 / Pazuzu (?)Estatua 1 / Estatua 2
CilindroGirtablullûGirtablullû

Galería de imágenes contemporáneas: el Pazuzu

ArtistaContextoURL original
warboarPazuzu plaquePazuzu
iarwain-ben-adarPazuzuPazuzu
KingOvRatsPazuzuPazuzu
satanenPazuzu — The Bearer of StormsPazuzu
SatanoyPazuzuPazuzu
Wen-MDay 4 — PazuzuPazuzu
Tillinghast23PazuzuPazuzu
SirmarilMythbook III — PazuzuPazuzu
British MuseumPazuzuPazuzu

Otras publicaciones

Pazuzu

Español: Pazuzu y su esposa, la demonia (sic) Lamashtu.
English: Louvre — Statuette of the demon Pazuzu with an inscription.
English: Louvrebible — Statuette of the Assyrian Demon Pazuzu.
English: Mesopotamia.co.uk (British Museum) — Pazuzu.
English: Ancient.euPazuzu.
Français: Louvre — Statuette inscrite du démon Pazuzu.
Français: Art, Achéologie et AntiquitéPazuzu, un démon assyrien bien moderne.
Français: EzidaPazuzu, le démon du vent du sud, un démon à la tête de lion.
русский язык (ruso): Bestiary.usПазузу (Pazuzu).

Lamaštu

English: Holladay PaganismCyclopediaLamashtu, Mother-of-Deities.

El Mušhuššu

El Mušhuššu

Representación artística contemporánea de un Mušḫuššu, por Nimue.


Texto mitológico por Jakeukalane, ver nota.


El Mušḫuššu es una serpiente dragón propia del mundo mesopotámico, desde el periodo acadio hasta el periodo helenístico, como un símbolo de diferentes dioses o como un híbrido mágicamente protector no asociado de manera específica a ninguna divinidad. Comparando la figura mostrada en las puertas y la Vía Procesional en Babilonia con la descripción de las operaciones de construcción dadas por el Rey Nebuchadnezzar II —Nebucodonosor II— (que reinó del 604-562 a.n.e.), ha sido posible identificar la criatura con certeza con el nombre acadio de Mušḫuššu "serpiente furiosa". Las complejas mitologías y las asociaciones divinas que rodean esta criatura sólo han sido recopiladas y explicadas recientemente.

En la base de la Puerta de Ištar hay una inscripción atribuida a Nebuchadnezzar: "He decorado los muros con Mušḫuššu para que todas las personas que los contemplen se admiren".

El "Mušḫuššu" fue originariamente un sirviente de Ninazu, el dios de la ciudad de Ešnunna. Fue "heredado" por el dios Tišpak, cuando éste remplazó a Ninazu como dios de la ciudad en el periodo acadio o paleobabilónico, y en Lagaš llegó a ser asociado con el hijo de Ninazu, Ningišzida. Probablemente después de la conquista de Hammurapi de Ešnunna, la criatura fue transferida al nuevo dios nacional babilónico, Marduk, y después a Nabû.

La conquista de Babilonia por el rey asirio Senaquerib (que reinó del 704 al 681 a.c.) llevó el motivo a Asiria, normalmente como bestia del dios estatal Aššur. En el relieve de Senaquerib en Maltai, sin embargo, acompaña a tres dioses diferentes: Aššur, Ellil (Enlil) y otro dios, muy probablemente Nabû (hijo de Marduk).


Nota I: Traducido de "Gods, Demons and Symbols of Ancient Mesopotamia (PDF)" de Anthony Green y Jeremy Black.


Texto: Jakeukalane
Imagen: Nimue. Imagen original aquí → Drachen (archive.org). Imagen en tamaño completo aquí → Mushussu. (antigua)

©Hyposs Productions. ©Nimue


Galería de imágenes

AutorContextoImagen
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Representaciones históricas■■■■■■■■■■■
SailkoBabilonia, dragón Mušḫuššu,
símbolo del dios Marduk
Mušhuššu
Юпитер в блеске противостояния
Jupiter en el resplandeciente
Mušhuššu

 


Otras publicaciones

Español: Grimorio de BestiasMušhuššu.
русский язык (ruso): Bestiary.us — Сирруш (Sirrush).