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El Bestiario del Hypogripho Dorado

Los Siempreesperantes Titánicos

Los Siempreesperantes Titánicos

Imagen I: Un Siempreesperante Titánico mercenario (particularmente un Siempreesperante de transición) trabajando como arma de guerra para una civilización antropoide, por Kou Takano.


Este artículo ha sido mejorado en la wiki


Texto original de Nemo Starem. Para saber más de los Siempreesperantes en general, su ciclo de no-vida como Arropalibros y Vivicárnicos, y sus desfunerales y refunerales, pincha aquí → Los Siempreesperantes.


0. Introducción.
1. Estructura y origen.
2. Reinos Titánicos.
        2.1. El Reino Titánico de Eten-Bajuz.
        2.2. El Reino Titánico de Hsann.
3. El Error y la Dispersión.


El siguiente es un informe del Instituto sobre el tema, recientemente desclasificado tras el incidente del Dr. Miau. La información de que el Instituto había estado espiando la Academia de Ciencias Siempreesperante e incluso que había robado algunos de sus documentos secretos generó un pequeño escándalo planar. La Comisión Permanente de la Sala de Espera resolvió emitir un comunicado afirmando enfáticamente que la comunidad siempreesperante "esperaba una disculpa" por los sucesos revelados, así como "Esperan que no se repita". Siguen esperando hasta hoy.

0. Introducción

El tamaño de los miembros de la especie siempreesperante ha sido considerada como relativamente uniforme; sin embargo hay una subespecie de Siempreesperantes que destaca especialmente por su tamaño, tanto bajo su propio derecho como respecto al resto de los Siempreesperantes: los Titánicos.

Los relatos colocan la altura promedio de un Siempreesperante Titánico en cerca de 20 betros, es decir, unas diez veces mayores a la media de la especie siempreesperante. Estos relatos serían considerados como invenciones sensacionalistas de no ser por una serie de factores:

  • La presencia de construcciones adjudicables a Siempreesperantes Titánicos y de proporciones coincidentes con el presunto tamaño de su raza.
  • La coherencia de los relatos sobre su tamaño.
  • La existencia de documentos producidos supuestamente por Siempreesperantes Titánicos.

Por lo tanto aunque carezcamos de prueba directa, la hipótesis de la existencia de estas criaturas tiene suficiente evidencia a su favor; y resultaría difícil que toda ella, de fuentes tan variadas y distantes, resultara apócrifa.

Los Siempreesperantes Titánicos tuvieron su propio reino aunque se considera que su civilización se encuentra extinta.

1. Estructura y origen

Si los Siempreesperantes Titánicos estuvieran hechos químicamente de las mismas sustancias que los Siempreesperantes Comunes, no se podrían mantener de pie en una gravedad de planeta terráneo debido a que colapsarían bajo su propio peso. Esto había llevado a los investigadores Dussianos a rechazar la existencia de esta variedad de Siempreesperantes.

Sin embargo, tenemos evidencias de que los Titánicos difieren a nivel atómico de los Siempreesperantes normales e inclusive de los fornidos Gigantes. Documentos siempreesperantes recolectados por nuestros investigadores revelan que su Academia había experimentado con Agujeros de Gusano de Seda Planar (un tipo de Qruzes) hace aproximadamente 400 teranaliciclos. Los resultados incluían la transformación de escala de la materia que retenía sus propiedades fundamentales inclusive a tamaños mayores y menores del original, un resultado que fue considerado "peligroso y absurdo" (siendo descrito así por criaturas que ya pertenecen originalmente al Mundo Absurdo de la Espera). Se describía que las características de la materia se habían alterado a niveles incluso subatómicos, con las partículas funcionando a niveles mayores que las sustancias normales. Todo hubiera quedado allí, ya que la Comisión de Noética había ordenado terminar el proyecto; de no ser porque a ello había tenido acceso una secta de Vivicárnicos dominionistas que deseaban extenderse a nuevos Planos.

Aquí es cuando el relato se pone dudoso; los Nuncaesperantes han pasado información, cuyas fuentes y transcripciones completas se mantienen bajo el decimocuarto mayor nivel de clasificación posible, de que esta secta, llamada los "Supremocárnicos", buscaba el uso de los Agujeros de Gusano de la Seda para alcanzar escalas nunca antes vistas y lanzar invasiones planares a sus enemigos (especialmente a los Arropalibros Masticapieles, una división no ortodoxa que sostiene que un Siempreesperante nunca debe realizar un Desfuneral vivicárnico; y ellos arruinan todas las pieles posibles mascándolas como signo de su posición). La aspiración de los Supremocárnicos resultó pura hubris; por un lado, se encontraron con limitaciones en la capacidad de los Gusanos para alcanzar los tamaños que querían, pudiendo alcanzar "apenas" poco más de diez veces mayor diámetro que el original; pensaron que esto bastaría para magnificar su poder, por lo que la totalidad de sus miembros pasó por el proceso, frente al horror de los ancianos de la Sala de Espera. Inicialmente los Supremocárnicos obtuvieron algunas victorias militares en sus objetivos, usando su tamaño para transformarse en transportadores de escuadrones de siempreesperantes en frenesí que los seguían a sus excursiones planares. Sin embargo, pronto notaron que el inevitable deterioro de sus componentes orgánicos, sumado a la carencia de criaturas antropoides del nuevo tamaño indicado para reemplazarlas, significaría su fin como Vivicárnicos. En adición, incluso a nivel atómico eran diferentes, y su fisiología era incompatible con los componentes orgánicos normales. Aunque algunos decidieron seguir con la vida de conquista como guerreros mercenarios para otras facciones, la mayoría, ya sin acceso a Gusanos de la Seda Planares, se resignó a la contemplación de su propio fracaso.

Es de ese cambio contemplativo que surgió su consciencia como una nueva raza de Siempreesperantes, una que probablemente nunca pudiera convertirse en Arropalibros ni Vivicárnicos de nuevo. Se habían convertido en una versión más radical de lo que los Masticapieles pregonaban: Siempreesperantes que no podían tener Desfunerales, y que mantendrían por siempre su apariencia esquelética. Aunque los Siempreesperantes Eternos tampoco pasan por desfunerales, esto es en teoría por "elección" y no por imposición; además, está en su naturaleza y jamás fueron Vivicárnicos, a diferencia de los Titánicos.

La generación de una nueva identidad se dio como primer paso para un proceso de "etnogénesis", en la cual los Titánicos, que ya no pertenecían con el resto de su raza (quienes ya de por si "esperaban que se fueran" para no perturbar el balance del Plano Absurdo de la Espera y su eterno ciclo de desfunerales y refunerales), se autoexiliaron a otro Plano donde esperaban generar un reino aparte. Sin embargo, la creación de este reino vino con sus propias fisiones...

2. Reinos Titánicos

2.1. El Reino Titánico de Eten-Bajuz

El reino de Eten-Bajuz se encontraba en un Plano aislado de transición de Umaggar (llamado provisionalmente Keplén), y fue un lugar inhabitado elegido especialmente para que la nueva raza pudiera "encontrarse a sí misma" sin tener referencias de su enorme tamaño relativo. Sin embargo, la cuestión de cuál era ese "sí misma" todavía no estaba definida, y muchos Titánicos insistían en que, si no podían ser Vivicárnicos, al menos podían vivir como uno...

La mayor cantidad de eruditos se opuso a esa idea, incluso los antes suprematistas más extremos. Sin embargo, era imposible controlar a la población, que en su mayoría se unió a la imitación desesperada de la vida. En cambio, careciendo de instintos vitales, esta imitación no era más que una hórrida parodia, se hacían enormes pilas de rocas para simular viviendas y se las pintaba de los colores más ridículamente estridentes, se organizaban bailes completamente descoordinados (a diferencia de los armoniosos de los Siempreesperantes Bailarines) con música de "original composición" que no eran más que notas azarosamente ensambladas. Tal cosa era evidentemente no más que un simulacro hueco y pronto la sociedad descendió a la violencia fratricida, y luego a la construcción de armas hechas con los mismos huesos de los Siempreesperantes desensamblados. Ante tal nivel de caos, los sabios elevaron una petición a los Siempreesperantes Eternos de la Sala de Espera, la última autoridad en materia de Siempreesperantes. Para su sorpresa, su petición estaba ya siendo esperada; sin embargo, la respuesta también se hizo esperar. Cansados de la demora por su misma naturaleza como recientes ex-vivicárnicos, aquellos que no deseaban formar parte de la creciente autodestrucción de Eten-Bajuz dominaron las técnicas de la minería y refinamiento de materiales en Keplén para construir un rudimentario portal planar. Abandonaron a sus hermanos a su autoinflingida suerte en lo que fue llamado la Gran Carnicería-sin-carnes y escaparon, destruyendo el portal a su salida.

2.2. El Reino Titánico de Hsann

Estos disidentes que buscaban una vida más tranquila y ordenada acorde a su nueva identidad permanente como Siempreesperantes comprendieron sin embargo que necesitaban un “otro“ para conocerse verdaderamente a sí mismos. Así fue que cuando entre la miríada de mundos posibles, el primero que no erosionaría significativamente sus enormes huesos también era nido de una comunidad humana, no dudaron en hacer el salto a este Plano, llamado Qarazan. Puesto que estos humanos eran distintos que los de las Tierras Infinitas con los que los Siempreesperantes se hallaban en guerra, los Titánicos no esperaban hostilidad. Se equivocaron. Su identidad resultó ser, una vez más, la de parias. A pesar de sus aperturas diplomáticas, nada disuadía a los humanos de su hostilidad hacia los "esqueletos gigantes invasores". Ciertamente, que la forma de un Siempreesperante sea la de una colección de huesos antropoides —desde la perspectiva homínida— no ayudaba a los visitantes, que se vieron asediados casi desde el día uno. El Reino de Hsann fue así fundado como una ciudad única, necesaria para la defensa, bajo los auspicios de un Rey. Para mantener la variación en el gobierno y las ciencias y filosofías, se decidió que los Siempreesperantes intercambiaran huesos periódicamente y tomaran nuevos nombres. Sin embargo, el estado constante de asedio resultaba desalentador. Sin entender la psicología colectiva humana, el rey Inukion había decidido lanzar una serie de expediciones punitivas a los asentamientos que atacaban a Hsann, resultando en terribles masacres y destrucción de monumentos que esperaba disuadieran a más de las débiles criaturas mortales de atacarlos. Lo opuesto sucedió y en pocas semanas enormes ejércitos se acumulaban frente a los altos muros de los Titánicos, inclusive lanzando bolas de fuego a través de catapultas. Todo resultó más o menos infructuoso aunque se generó una mancha de quemadura en el hueso 23281 del colectivo (cada hueso estaba clasificado para su mejor identificación en el intercambio) porque su portador había salido a visitar su montaña favorita (la visita a altas montañas eran una terapia común entre los Titánicos porque les hacían olvidar su propio gran tamaño con su mayor inmensidad). Dado la naturaleza permanente de estas marcas, la quemadura causó indignación generalizada entre los titánicos lo cual conllevó la desolación de varias caravanas y mortales patadas a nómades y ganado, ya que según argumentaban estos miembros de Hsann nada que los mortales sintieran podía compararse al daño que se les hizo, por los mortales tener vidas y memorias limitadas que se renovaban constantemente, mientras ellos lamentarían cada pérdida por el resto de la eternidad.

Resulta que entre los asesinados se encontraban el último descendiente de un profeta humano y su esposa, que se encontraban en un viaje único de peregrinación. Finalmente la guerra recrudeció a su punto más álgido. Los Siempreesperantes habían estado viviendo en el Plano por docenas de sus "generaciones", por lo que no consideraron que nada que pudieran hacer o concebir los pequeños y atrasados humanos con tecnología cuasi-medieval podría expulsarlos. Se equivocaron. Los Once Sagrados Clérigos convocaron una Panepiscopía donde lanzaron una Fatua Circular donde convocaban a los líderes y pueblos a ’limpiar’ el Plano de ’abominaciones al Espíritu y la Naturaleza’ así les costara su propia existencia. Los humanos conocían que todo su mundo estaba colocado suspendido sobre once pilares, de extensión indescribiblemente larga, y que si cayera se destrozaría en el abismo. Aunque no pudieran penetrar las defensas de los Siempreesperantes, sus clérigos y profetas habían estudiado las incripciones en la parte superior de los pilares por eones, y habían llegado a conocer cómo instarlos a autodestruirse. Los Siempreesperantes en su completo aislamiento no se enteraron de esto hasta que el mundo vibró mientras el primer pilar caía hecho pedazos. Así comenzó la Batalla de los Once Pilares, una lucha contra el tiempo y el espacio más que contra la potencia directa de un enemigo. Los sabios trabajaron incesantemente para comprender lo que estaba sucediendo: Vivían en un mundo diseñado, un planeta (literalmente prácticamente plano, con sólo el lado opuesto a los pilares habitable en la práctica ya que del lado interior se caía al baricentro) hecho de roca naranja que estaba conectado a su planeta binario de tierra azul mediante once pilares que representaban once "dioses" o miembros de una raza antigua que había consagrado ese mundo a la humanidad. Si los pilares eran eliminados mediante su mecanismo de autodestrucción "en caso de que el mundo fuera invadido por aberraciones demasiado potentes para ser vencidas por los Ejércitos del Hombre", el mundo naranja y el azul colisionarían en el medio, generando una reacción que destruiría el Plano al cada uno actuar como la antimateria del otro. Aparentemente esta raza antigua tenía un enemigo y habían dejado a los humanos como una especie de monitoreo para cuidar su creación o destruirla para que no caiga en sus manos — y los humanos habían confundido a los Siempreesperantes Titánicos como representantes de ese enemigo misterioso.

El problema que los Siempreesperantes tenían era que los humanos habían tenido meses y meses para colocarse en posición, años para debatir qué curso de acción tomar y milenios para conocer los recovecos del mundo. A los habitantes de Hsann sólo les quedaban semanas. Una parte se empeñó en querer detener a los humanos por cualquier medio posible y salieron a combatir de inmediato, sin embargo los científicos y filósofos recomendaron al rey que no sería posible dar más que una distracción ya que por la extensión del mundo —y a pesar de su gran tamaño, la lentitud característica siempreesperante en moverse— jamás llegarían a tiempo a los puntos de interés donde los humanos fanáticos ya se habían apostado para destruir los pilares. Propusieron una vez más evacuar el Plano, al menos a todos los que no fueran parte de estas misiones distractivas, hacia un mundo donde ninguna civilización los molestaría; hallado en el exterior de la Sfera de una Metásfera, las condiciones climáticas parecían ideales para preservar sus huesos, y había grandes montañas para visitar. El Rey dio el visto bueno, y un nuevo Portal Planar de Esmeralda Fractal fue construido en base a investigaciones originalmente orientadas para recuperar la apariencia de Vivicárnicos; este portal y su propósito original eventualmente serían claves también para la construcción de Alymkar.

Terminan aquí los Anales de Hsann transmitidos por nuestros informantes Nuncaesperantes (de quienes algunos sospechan que manipularon a los humanos y colaboraron con ellos). Lo siguiente solamente se puede inferir de la escasa evidencia física y restos documentales encontrados en Rayhm Interminable por nuestros exploradores.

3. El Error y la Dispersión

Los primeros momentos en Rayhm fueron de alivio, aunque también de grandes esfuerzos por organizar lo poco que se podía rescatar. No todos los Siempreesperantes habían podido atravesar este nuevo Portal; además de aquellos que quedaron atrás, la energía para hacer un salto tan largo era limitada y el portal no resultó tan estable como esperado. Luego del alivio rápidamente sobrevino el pesar por los huesos que no se recuperarían y el darse cuenta de que, a menos de que se estabilizaran, los Titánicos serían una raza menguante. Además, sólo pocos documentos y materiales pudieron ser trasladados; fundamentalmente fueron elegidos aquellos relacionados con el viaje planar, puesto que eran las únicas técnicas que habían asegurado hasta ahora la supervivencia de su raza. Pero sin saberlo, ahora se enfrentarían al peor de los cataclismos. Rayhm Interminable no era un plano de espacio cuasi-euclidiano como otros que habían visitado; cuando intentaron explorarlo, aquellos Siempreesperantes se perdieron en el espacio y —posiblemente— en el tiempo. Las grandes cúpulas entraron en pánico, pero comprendieron que el pánico no serviría sino que debían buscar una solución. Mientras no se alejasen, la particular topología tenía menos influencia sobre ellos, menor rango para separarlos. Menor, pero no nulo. Se dieron cuenta a través de cuidadosos estudios de que el Rayhm que conocían sólo era un "envoltorio exterior" de un Rayhm Sférico, un mundo terrario de reglas que los instrumentos detectaban como ’normales’. Pero ese Rayhm Interior estaba habitado por humanos. Tremendas polémicas se libraron entre científicos, generales y filósofos Titánicos; el deseo de continuar su legado competía con la probabilidad de repetir una historia errónea. Se llegó a un compromiso mediante una invención única: Replicando artificialmente los efectos de un Agujero de Gusano de la Seda, más aplicando las propiedades de la Esmeralda Fractal en una serie de glifos programados sobre las rocas que habían traído originalmente desde Keplén, podían crear un puente que fuera Uno y Múltiple, que conectara Rayhm Exterior (Interminable) con Rayhm Interior (Terminable) en todos los puntos posibles, la única manera de hacerlo. Este puente asimismo, reactivando las células durmientes que permitían la existencia de Siempreesperantes de Transición, convertiría al Titánico que lo atravesara en un ser orgánico antropoide de tamaño humanoide, aunque se trataría de un ser quimérico en mosaico celular por la práctica del intercambio de huesos. Era eso, la desaparición, o arriesgar una nueva guerra; ante esta perspectiva, los Titánicos aceptaron la transformación radical; significaba perder su identidad como una nueva clase de Siempreesperantes Eternos, pero también era la concreción de su "sueño imposible", ya hace mucho abandonado, de volver a ser una especie de "vivicárnicos". Nadie sabe qué fue de aquellos que cruzaron el puente; se dice que se pudieron haber asimilado a las sociedades humanas o muerto de frío del otro lado. Otros creen que constituyeron una nueva civilización o tribu, aunque esto es dudoso porque Alymkar los hubiera dispersado a través de todos los límites del mundo terminable a menos de que cruzaran juntos. Hubo Siempreesperantes que se perdieron del lado Interminable también durante las tareas de planeamiento, construcción y migración a través de Alymkar y que jamás lo encontraron. Otros simplemente se negaron a pasar, aduciendo temor a que los volviera mortales. El mismo inventor de Alymkar nunca pudo atravesar su creación, pues fue "ajusticiado" por "traición" por el Teniente Zarg, un Irredentista Titánico, quien lo acusaba de haber traicionado a su raza y hecho que todos los sacrificios de las guerras en Qarazan fueran para nada. Se reporta que sus huesos y la Espada de Inanimación que los atraviesa aún estan en Alymkar; un arma creada en los antiguos tiempos del Suprematismo Vivicárnico especialmente para acabar con Siempreesperantes. Desde entonces Alymkar perdió su esmeralda fractal, alterando algunas de sus propiedades, aunque si los sustractores fueron Irredentistas u otra entidad misteriosa, no se conoce.

Los Titánicos restantes perdidos en Rayhm caminan incesantemente solitarios; cada ciertos eones algunos se cruzan con otro, y luego nuevamente se pierden en tormentas o pelean por desacuerdos. No hay materiales útiles que un Titánico pueda usar ya que todo está hecho de hielo y los materiales originales traídos de otros Planos fueron agotados en Alymkar. Se dice que con fatal lentitud y nulo éxito algunos aún esperan encontrarse con este puente. Otros continúan en línea "recta" en una falsa esperanza de encontrarse con el "final" de Rayhm Interminable, sin aceptar o sin entender que el Plano se curva sobre sí mismo. Se dice que algunos permanecen quietos o vagan sin rumbo, simplemente esperando el final de la Metásfera, un final que los liberase —como mínimo— de la carga de su inútil existencia. Si los Siempreesperantes de la Sala de Espera tuvieran labios, algunos ciertamente hubieran sonreído. Finalmente los que alguna vez fueran suprematistas vivicárnicos habían comprendido el valor de la Espera.


Criaturas: Siempreesperantes: Siempreesperantes Titánicos, Siempreesperantes Gigantes. Siempreesperantes Comunes, Siempreesperantes Eternos, Siempreesperantes de transición. Nuncaesperantes. Arropalibros, Vivicárnicos. Dussianos
Espacios Planares: Umaggar, Planos, Plano de Keplén, Plano de Qarazan. Rayhm Sférico: Rayhm Interminable ("Rayhm Exterior"), Rayhm Terminable ("Rayhm Interior"). Mundo Absurdo de la Espera / Plano Absurdo de la Espera, Sala de Espera. Qruzes: Agujeros de Gusano de Seda Planar, Portales Planares, Portal Planar de Esmeralda Fractal.
Fenómenos Planares:
Conceptos: No-vida. Espera.
Fenómenos: Desfunerales, Refunerales.
Acontecimientos: Gran Carnicería-sin-carnes, Panepiscopía. Batalla de los Once Pilares. Guerras Sagradas de la Denegación.
Obras: Fatua Circular.
Substancias: Esmeralda Fractal.
Construcciones: Alymkar.
Idiomas: glifos siempreesperantes.
Organizaciones: Instituto Avanzado para el Estudio de Anomalías Fractalizadas ("IAEAF"), Academia de Ciencias Siempreesperante. Comisión Permanente de la Sala de Espera. Comisión de Noética. Reino Titánico de Eten-Bajuz, Reino Titánico de Hsann.
Movimientos: Suprematismo Vivicárnico ("Supremocárnicos"), Arropalibros Masticapieles, Vitalistas Inaceptablistas, Irredentismo Titánico.
Títulos: rey Inukion, Teniente Zarg, Once Sagrados Clérigos.
Individuos: Dr. Miau.
Unidades: betros, teranaliciclos.
Conceptos reales: hibris, etnogénesis, fatua, baricentro.


Texto: Nemo Starem.
Imagen I: Kou Takano.

©Nemo Starem ©Kou Takano

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