Los Owonumo
Un Owonumo, por Viktor M. Vasnetsov (dominio público), modificada por Jakeukalane.
Texto original.
Los Owonumo son criaturas cuyo Planeta, Hieui, fue aniquilado por los Uethhenrunâk. También eran conocidos como Osos Sustentadores, "qödböçêxzu svuëuasabý", en un dialecto dussiano desconocido (posiblemente dussiano lathot)1, debido a la práctica de antiguos ritos que ellos creían que les conectaban con la naturaleza.
Los Owonumo vivían en las zonas templadas de Hieui, compartiendo su territorio con otras especies humanoides. De complexión robusta y apariencia amenazadora los Owonumo eran, sin embargo, criaturas pacíficas y tranquilas.
Aunque podían correr a cuatro patas en caso de necesidad, comúnmente preferían andar de manera bípeda.
Su alimentación consistía básicamente en la recolección de bayas y frutos que ayudaban a crecer afanosamente en los bosques. Su espeso pelaje les servía, de hecho, para almacenar alimentos, a veces con poco afortunado resultado cuando se les mojaba el pelaje en sus baños matutinos, para desperezarse, haciendo que las frutas se pudrieran. El olor de la fruta macerada les acompañaba donde fueran.
Sus ritos se acompañan de complejos cánticos polifónicos, donde no sólo utilizan voces de todo tipo (atipladas, roncas, gruñidos y rugidos) sino que también hacen ruidos con sus garras, sus hocicos o su pelo, e incluso con vegetales.
En estas fiestas comunales también utilizaban una magia primitiva para animar sus pinturas y esculturas.
La finalidad real siempre había sido discutida, pero se creía que eran llamamientos a la Naturaleza para proveer de abundantes peces, bayas y pequeños animales.
Enganchados entre el pelo solían llevar pequeños utensilios que manejaban con desusada destreza para lo enorme de sus garras y manos.
Eran herramientas labradas de manera afanosa junto a los fuegos, cuando se reunía toda la comunidad y el "Mnuto" local (equivalente a un pregonero) declamaba las acciones más importantes emprendidas por los Owonumo en el último día, estación, año y centuria.
Los utensilios de madera owonumo eran muy famosos en todo Hieui y su precio era elevado. Era pagado en diferentes divisas según el pueblo con el que comerciaran: los Ëidýneu, pequeños seres geométricos, pagaban en madera de ramas gigantes de los Árboles de Neuill, caídas al suelo durante las tormentas (tenían la tala totalmente prohibida y la poda sólo podía hacerse mediante complicados procedimientos no invasivos); los Qöimou —seres en forma de columna con cara humana— pagaban con sus historias y con pinturas orgánicas que les servían para impermeabilizar su pelo, mientras que los cornados Phlasei los obtenían a cambio de extrañas substancias pegajosas.
El comercio y el culto eran aparentemente las actividades principales de los Owonumo antes de la invasión uethhenrunâkiana. Sin embargo, prestando atención a los restos materiales que aún permanecían en Hieui después de su precipitada huida y antes de la destrucción del planeta, los Owonumo presentaban muchas más facetas, desconocidas ante otras especies.
Estos restos también descubrieron que poseían una compleja administración, de al menos 20 niveles de funcionarios. Estaban graduados según la edad, comprendiendo cada nivel 5 años, realizando las más diversas funciones posibles.
Es decir, lo más probable es que sus rituales y complejos cánticos sirvieran para enmascarar una civilización mucho más compleja de lo que aparecían en su entorno.
En un principio se pensaba que sólo existían centros urbanos primitivos, algunos poblados con postes de madera que daban cuenta de hábitos de vida más sedentarios de lo esperado, pero después se descubrieron otras urbes como Oavesham, centro del Gran Concilio Supremo de los Owonumo y lo realmente sorprendente fue el descubrimiento de la existencia de minas, talleres metalúrgicos y fábricas.
Cabe preguntarse si las naves espaciales en las que huyeron del planeta fueron compradas a otras criaturas o si realmente las fabricaron ellos mismos 2, lo que daría cuenta de su nivel de sofisticación: una compleja civilización industrial con tecnología espacial y capaz de ocultarse a sí misma.
*1: El dussiano lathot es un idioma donde de cada dos palabras una es la que lleva la carga de género, número, etc., mientras la otra palabra permanece en estado absoluto, es decir, sin derivaciones. Proviene de Escarabajos Arcoiris que viajaron muy al sur de Dáfrica (en Duss) y sobrevivieron a la desaparición de los estados esclavistas de los Escarabajos dussínodos. Sería hablado por los Dussianos Arcoiris. Volver.
*2: Y si realmente las realizaron para sí mismos, ¿cuál era su propósito? ¿algunos de ellos conocían previamente que podían ser atacados por los Uethhenrunâk? ¿entregaban las naves a una tercera especie? Algunos especulan que podrían ser vendidas a los Iweyūni, lo que explicaría ciertamente muchas cosas como que los Owonumo se refugiasen en el Planeta Xpiwa o la propia invasión de los Uethhenrunâk. Volver.
Criaturas: Owonumo, Uethhenrunâk, Iweyūni, Ëidýneu, Qöimou, Phlasei. Escarabajos dussínodos. Escarabajos Arcoiris, Dussianos Arcoiris. Árboles de Neuill.
Lugares: Planeta Hieui, Planeta Xpiwa. Planeta Duss. Continente de Dáfrica.
Acontecimientos: Invasión uethhenrunâkiana de Hieui.
Idiomas: Idioma dussiano lathot.
Títulos: Mnuto.
Nota I: El nombre de Árboles de Neuill proviene de William Neuill, un noble inglés de Kent del siglo XVI, mencionado en el mapa de John Speed (1551-1629) llamado "Kent with her Cities and Earles Described and observed" (publicado c. 1676). Mapa. Mapa "Kent with her Cities and Earled. Described and observed" en tamaño máximo (32 MiB).
Nota II: El nombre de Oavesham está inspirado en Faversham, una ciudad de Kent, en Reino Unido.
Nota III: El salvajismo aparente podría estar inspirado levemente en el inicio del libro "Viaje a un Planeta Wu-wei" (PDF) de Gabriel Bermúdez Castillo. Sin embargo, creo que leí el libro con posterioridad.
Texto: Jakeukalane.
Imagen: Viktor M. Vasnetsov, modificada por Jakeukalane. Dominio público. Imagen original aquí → La Belle au Bois Dormant. Imagen en tamaño completo aquí → La Belle au Bois Dormant (imagen).
©Hyposs Productions. ©Viktor M. Vasnetsov