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El Bestiario del Hypogripho Dorado

Civilización de Qhot-naun-phaqiasiari

El Planeta N'viiuldhyttan

El Planeta N'viiuldhyttan

Imagen I: El Planeta N’viiuldhyttan, por Jakeukalane (con recursos de sirius-sdz, glassthroughskin, hameed, NASA y JennyLe88).


Este artículo ha sido mejorado en la wiki


Texto original de Jakeukalane.


El Planeta N’vīuldhyttan (o N’viiuldhyttan) es una versión recreada del Planeta Vīuldhyttan, un submundo de Qhot-naun-phaqiasiari, destruido junto con Qhot.

Esta recreación se produjo debido a efectos milegunianos como la Espiral de la No-extinción o Paradojas, aunque algunos suponen la intervención de seres conscientes, como los Yáwohhiur. También es posible que en realidad N’viiuldhyttan sea una versión más de Vīuldhyttan, pero que se encuentra en Qhot-naun-phaqiasierra (un Mundo Clon de Qhot-naun-phaqiasiari). Es decir, sería un submundo de Qhot-naun-phaqiasierra en vez de ser un submundo de Qhot-naun-phaqiasiari, siendo estos dos lugares, Mundos Clon entre sí.

En los antiguos cielos de Vīuldhyttan podía verse una estrella moribunda: Vīryais. Una de las más famosas profecías anunciaba que en el nuevo planeta que sobreviviese a la catástrofe (provocada por los Sarqoisi, los Demonios Jibtyg, los Demonios Pllana y los Demonios Njgykorchuwou) en vez de tener un solo sol, tendría un hermano: Etkerhasumoa. Otras profecías también hablaban de un tercer sol, Uwsaryem, pero éste nunca llegó a materializarse en N’viiuldhyttan.

Sin embargo, una vez que Vīuldhyttan desapareció y dio lugar a N’viiuldhyttan, no fue hasta el paso del Planeta Silencioso, cuando los Vīuldhyttanitas despertaron y salieron a la superficie de su planeta.


Criaturas: Yáwohhiur, Vīuldhyttanitas, Sarqoisi, Demonios Jibtyg, Demonios Pllana, Demonios Njgykorchuwou.
Espacios Planares: Mundos Clon, Submundos de Qhot-naun-phaqiasiari. Espiral de la No-extinción.
Lugares: Planeta Qhot-naun-phaqiasiari, Planeta Qhot-naun-phaqiasierra, Planeta Vīuldhyttan, Planeta N’vīuldhyttan, Planeta Silencioso. Estrella Vīryais, Estrella Etkerhasumoa, Estrella Uwsaryem.
Conceptos: Paradojas.
Acontecimientos: Destrucción de Qhot-naun-phaqiasiari. Paso del Planeta Silencioso.


Nota I: Este planeta es ficticio.


Texto: Jakeukalane.
Imagen I: Jakeukalane. Imagen original aquí → El Planeta N’viiuldhyttan (deviantart). Imagen en tamaño completo aquí → El Planeta N’viiuldhyttan (imagen).

©Hyposs Productions. ©Sirius-sdz ©glassthroughskin ©hameed ©NASA ©JennyLe88).

Los Wgoeras

Los Wgoeras

Imagen: Una pareja de Wgoeras, por Jason Oberman, modificada por Jakeukalane.


Texto original de Jakeukalane inspirado en la imagen. Ver nota.


Los Wgoeras (/’u̯o-e-ras/) son tigres de pequeño tamaño pero de gran fortaleza que sirven de monturas a los Elfos Guerreros Mawi. También conocidos como "Tigres-oso", esta raza de criaturas no ha sido domesticada. En vez de eso, los Elfos Mawi capturan de manera recurrente algunos grupos de ellos para su doma.

Los Wgoeras viven en el Continente de Pyuryu —en el Planeta Qhot-naun-phaqiasiari— y originariamente habitaban toda la extensión de la isla-continente pero vieron mermados sus hábitats a las selvas del noreste debido a la deforestación provocada por el Reino de Takalasia. Como monturas de los Mawi se los puede ver en toda la isla-continente.

Son hábiles rastreadores debido a su olfato y a unos órganos situados en la protuberancia superior de su boca (a veces conocido como "pico") con el que son capaces de determinar la pendiente de un lugar y, por lo tanto, averiguar cual es el camino más probable que puedan elegir sus presas. También tienen una excelente vista y oído.

Sólo obedecen a sus dueños y pueden llegar a ser muy peligrosos en presencia de otros Elfos Guerreros Mawi. En tiempos pasados se usaban para realizar asesinatos selectivos ante los cuales apenas había defensa posible debido a su paciencia infinita, a lo infatigable de la persecución y a su ferocidad. Tampoco era fácil averiguar quién había entrenado a los Wgoeras para que realizara el crimen, por lo que estos delitos solían quedar impunes.

Con el establecimiento de patrullas anti-wgoeras (Elfos Guerreros Mawi con armaduras recubiertas en toda su extensión de pinchos recubiertos de un veneno especial que sólo afectaba a los Wgoeras) el número de dichos ataques disminuyó.

Las patrullas anti-Wgoeras con el tiempo se convirtieron en un cuerpo de élite —la Guardia wgoera— que no sólo protegía a nobles y a campesinos de los ataques sino que ellos mismos usaban a estas criaturas como monturas.

La mayoría de los habitantes Mawi del humano Reino de Takalasia se dedican a la protección de Humanos, Elfos y Semielfos, en el que los Wgoeras han jugado importante, puesto que los caballos son mucho más lentos y mucho más frágiles ante un ataque enemigo.

En el resto del territorio de Pyuryu, donde algunos de los Elfos Guerreros Mawi se gobiernan a sí mismos, los Wgoeras forman parte imprescindible de sus ejércitos.


Nota I: He apreciado una inspiración subsconsciente en los wuargos de los libros de "El Señor de los Anillos" de J. R. R. Tolkien.


Criaturas: Wgoeras, Elfos Guerreros Mawi, Humanos, Elfos, Semielfos.
Lugares: Planeta Qhot-naun-phaqiasiari, Continente de Pyuryu.
Organizaciones: Reino de Takalasia, Guardia wgoera.


Texto: Jakeukalane.
Imagen: Jason Oberman (archive.org), modificada por Jakeukalane. Imagen original aquí → Ring of Steel (archive.org). Imagen en tamaño completo aquí → Wgoeras.

©Hyposs Productions. ©Jason Oberman

Los Elfos Guerreros Mawi

Los Elfos Guerreros Mawi

Un Elfo Guerrero Mawi, por Geun Cheol Jang.


Texto original de Jakeukalane inspirado en la imagen.


Los Elfos Guerreros Mawi o (Anxi’mallawaë en lenguaje mawi) son diestros combatientes elfos o semielfos 1  que viven en el continente más meridional de Qhot-naun-phaqiasiari («el-mundo-de-las-maravillas-incontables»), llamado Pyuryu.

Estos Elfos son parientes de los Altos Elfos de Qhot-naun-phaqiasiari (Anxi’ulluë), pero no mantienen buena amistad con ellos, teniendo más afinidad con los Elfos Silvanos de Qhot-naun-phaqiasiari (Anxi’ellehë), con los Elfos de los Arroyos (Anxi’uwië) o, incluso, con Semielfos y Humanos.

Los Anxi’mallawaë que viven en el Continente de Pyuryu y, fundamentalmente, los que viven en el reino humano de Takalasia, se dedican a la protección de la población elfa, semielfa y humana que vive allí.

La vida de los Anxi’mallawaë y sus relaciones con las diferentes razas están dirigidas por extraños preceptos. La organización de los Elfos Guerreros Mawi, que en ocasiones retiene prácticas salvajes (como la de exhibir en collares las mandíbulas superiores de sus enemigos derrotados) son, en la mayoría de los casos, muy civilizados en cuanto a proteger a sus aliados, siempre atendiendo sus necesidades.

Van montados a lomos de Wgoeras, seres similares a tigres de pequeño tamaño y de gran ferocidad. Su juramento como protectores de grupos de población ha variado con el tiempo. Anteriormente eran mucho más independientes, viviendo en las llanuras y protegiendo sólo las rutas caravaneras montados en sus caballos o en sus Wgoeras. Una parte de los que viven fuera del reino de Takalasia son capaces de gobernarse a sí mismos sin depender de nadie, pero su número es reducido.

Con el tiempo han ido sendentarizándose y protegiendo también a poblaciones campesinas de las que obtienen alimento y alojamiento.

Al contrario que muchos otros Elfos, los Anxi’mallawaë no usan jamás el arco, usando en cambio pesadas espadas o hachas de acero.

Utilizan también estas hachas en sus combates rituales por lo que llevan pesadísimos guanteletes de acero que les recubren los brazos hasta el codo.

*1: La clasificación de los Elfos Guerreros Mawi en Elfos o Semielfos es motivo de disputa secular entre las especies élficas de Qhot-naun-phaqiasiari. También los Elfos de la Sangre de Fuego o los Elfos de la Sangre Resplandeciente presentan características anatómicas no asociadas tradicionalmente con unos rasgos élficos canónicos, como por ejemplo la forma del cráneo muy redondeada, la calvicie o los rasgos duros en boca y nariz. Visitantes de otros mundos a Qhot, generalmente de incógnito, los catalogan como "Elfo Orcos" o "Semiorcos". Cuando uno de estos visitantes preguntó de pasada a un Elfo Guerrero Mawi que lo acogía sobre la cuestión pudo comprobar que hay pocas cosas más ofensivas para un Elfo Guerrero Mawi que ser llamado así. Además, técnicamente no es correcto que sean medio orcos, medio elfos ni están asociados con los Orcos de Qhot-naun-phaqiasiari. También han sido identificados incorrectamente como Genasi o, incluso, como Elfos Oscuros. Volver.


Criaturas: Elfos Guerreros Mawi, Altos Elfos de Qhot-naun-phaqiasiari, Elfos Silvanos de Qhot-naun-phaqiasiari, Elfos de los Arroyos, Semielfos de Qhot-naun-phaqiasiari, Humanos de Qhot-naun-phaqiasiari, Orcos de Qhot-naun-phaqiasiari, Semiorcos. Wgoeras. Genasi, Elfos Oscuros.
Espacios Planares: Qhot-naun-phaqiasiari.
Lugares: Continente de Pyuryu.
Idiomas: Lenguaje mawi.
Organizaciones: Reino de Takalasia.


Texto: Jakeukalane.
Imagen: Geun Cheol Jang (Geun Brush, keunchul-jang). Imagen original aquí → Fantasy concept art featureing Keun-Chul (fantasy inspiration) / /Musa (archive.org). Imagen en tamaño completo aquí → Elfos Guerreros Mawi.

©Hyposs Productions. ©Geun Cheol Jang

Los Demonios Jibtyg

Los Demonios Jibtyg

Imagen: Un Demonio Jibtyg, por Jakeukalane.


Texto original de Jakeukalane.


0. Introducción.
1. Creación y extensión del poder de los Demonios Jibtyg.


0. Introducción

Los Demonios Jibtyg, relacionados con los Demonios Pllana (y con otros Demonios de Qhot-naun-phaqiasiari como los Demonios Njgykorchuwou) fueron seres propios de Qhot-naun-phaqiasiari y, posteriormente, de Qhot-naun-phaqiasierra. Al contrario que los Demonios Pllana, los Demonios Jibtyg no participaron en devorar los submundos de Qhot-naun-phaqiasiari.

Con el redescubrimiento de los submundos, Qhot entró en una nueva época. Ya se habían provocado conflictos anteriormente en los submundos, cuando sólo los Yáwohhiur conocían de su existencia.

Los Yáwohhiur habían aplicado mano dura frente a los dichos conflictos, lo que a la larga provocó que no sólo una minoría selecta de Yáwohhiur accediese a los submundos sino toda la población yáwohhiúrica.

Es más, cuando ese saber llegó a toda la población, el gobierno yáwohhiúrico tomó medidas aún más radicales y que evitarían el contacto de las naciones yáwohhiúricas con el resto de poblaciones de otras especies del Continente de Erakykima (el continente central de Qhot).

Dicha medida estarían en el origen de dos guerras contra los Elfos de la Sangre Resplandeciente y una guerra civil entre los propios Yáwohhiur.

Así que cuando el conocimiento de los submundos fue generalizado hubo dos posturas muy claras: la de los Yáwohhiur, partidarios de regular explícitamente todos los asuntos relacionados con todos los submundos así como (especialmente), la seguridad; y el resto de especies que plantearon que cada nación debía regular el acceso y sus políticas en relación con los submundos de manera interna y sin injerencias de los Yáwohhiur.

Como los estados yáwohhiúricos habían sido literalmente arrasados por los Elfos de la Sangre Resplandeciente (aunque reconstruidos lentamente con la ayuda sin parangón de los Neldra), los Yáwohhiur no se hallaban en una posición fuerte frente al resto de especies: humanos, semielfos, Elfos, Blemmyae, Yuyh’nü, etc., y no se pudo mantener una política unificada de seguridad en cuestión de submundos.

Fueron los Demonios Jibtyg, junto con los Demonios Njgykorchuwou los que cambiaron eso.

Creados en algún remoto submundo asociado a alguno de los innumerables seres oscuros que pueblan Qhot-naun-phaqiasiari, estos Demonios pronto se extendieron hacia otros submundos.

1. Creación y extensión del poder de los Demonios Jibtyg

Una vez conquistados algunos submundos de tamaño pequeño empezaron sus planes para conquistar otros submundos.

A diferencia de los Demonios Pllana, los Demonios Jibtyg pensaron en que una conquista total, es decir, aniquilando a todos los seres vivos del submundo, les daría el control del submundo.

Sin embargo, eso no es así: en primer lugar, el "dueño" absoluto del submundo es la persona (sea de la especie que sea) o el objeto al que esté asociado el submundo. En general, los submundos asociados a objetos son lugares muy similares a dichos objetos: sin vida. Sin embargo, esto no siempre es así puesto que los seres vivos influyen también en los submundos de los objetos de manera imperceptible.

En segundo lugar, la destrucción del submundo implica la destrucción del objeto o ser al que pertenece.

Esto no lo sabía nadie en Qhot-naun-phaqiasiari antes de la Aniquilación (con la excepción de algunos experimentos llevados acabo por los Yáwohhiur).

Cuando los Demonios Jibtyg plantearon la conquista de algunos submundos de tamaño considerable (pertenecientes a individuos importantes de la sociedad élficasangrientafueguina, es decir, de Elfos de la Sangre de Fuego), aunque tuvieron algunas dificultades pudieron llevar a cabo sus planes sin problema alguno (pese a que crearon una gran alarma en la sociedad élficosangrientafueguina).

Al absorber todos estos submundos 1  ganaron una energía inmensa, lo que les dio muchísima confianza, demasiada, en su poder.

Fue cuando iniciaron un asalto generalizado a submundos realmente gigantes (pertenecientes a seres cultivados de entre los Yáwohhiur o los Yuyh’nü) cuando los Demonios Jibtyg cometieron un error tremendo de cálculo.

Mientras que incluso los Elfos de la Sangre de Fuego, la especie élfica más experta en los submundos, no eran capaces de coordinar una defensa eficaz frente a los Demonios Jibtyg, otros, como los Yáwohhiur y los Yuyh’nü, eran capaces de responder de manera contundente.

De hecho, los Yáwohhiur se habían enfrentado con especies hostiles procedentes de los submundos muy a menudo y clasificaban a la mayoría de ellos como un incordio sin importancia que podía ser eliminado de manera muy sencilla. Habían luchado durante décadas con criaturas similares, a las que consideraban como meros parásitos propios de los submundos.

Así pues, víctimas de su propio éxito, los Demonios Jibtyg fueron exterminados por los Yáwohhiur, sobreviviendo sólo pequeñas comunidades que se escondieron y nunca más, hasta casi justo el momento de la Aniquilación, salieron de nuevo a la luz.

Cuando los Sarqoisi y los Demonios Pllana empezaron la Aniquilación, decidieron huir del planeta.

Aunque no estrictamente de carácter interplanar, los Demonios Jibtyg se las apañaron para difundirse entre miles de Planos y llegaron a sitios recónditos de la Tierra Neshl.

A pesar de que no participaran en la Aniquilación no significa que fuesen menos crueles que los Demonios Pllana: a pesar de que no necesitan alimentarse de materia (lo hacen de energía), persiguen incansablemente a todos los seres con los que se encuentran para capturarlos y despedazarlos.

*1: Existe un matiz muy importante entre lo que hicieron los Demonios Pllana: devorar literalmente los submundos y fusionarlos consigo mismos, a lo que hicieron los Demonios Jibtyg: arrasar su interior y luego quedarse con la energía restante (pero habiendo destruido el submundo). Volver.


Criaturas: Demonios de Qhot-naun-phaqiasiari: Demonios Jibtyg, Demonios Pllana, Demonios Njgykorchuwou. Yáwohhiur, Elfos de la Sangre Resplandeciente, Elfos de la Sangre de Fuego, Neldra, humanos de Qhot-naun-phaqiasiari, semielfos de Qhot-naun-phaqiasiari, Elfos de Qhot-naun-phaqiasiari, Blemmyae de Qhot-naun-phaqiasiari, Yuyh’nü.
Espacios Planares: Tierra Neshl, Qhot-naun-phaqiasiari, submundos de Qhot-naun-phaqiasiari.
Lugares: Planeta Qhot-naun-phaqiasierra, Continente de Erakykima.
Acontecimientos: Primera Guerra Élficosangrienta, Segunda Guerra Élficosangrienta. Guerra civil yáwohhiúrica, Aniquilación.


Texto: Jakeukalane.
Imagen: Jakeukalane. Imagen original aquí → Los Demonios Jibtyg (deviantart). Imagen en tamaño completo aquí → Los Demonios Jibtyg (imagen).

©Hyposs Productions.

Los Demonios Pllana

Los Demonios Pllana

Imagen: Un Demonio Pllana, por Jakeukalane.


Texto original de Jakeukalane.


0. Introducción.
1. Historia en Qhot-naun-phaqiasiari.
2. Apariencia y características.


0. Introducción

Los Demonios Pllana son Demonios que se pueden originar en cualquier lugar del Milegu, pero preferiblemente en la mente de otros seres. Debido a la Espiral de la No-extinción, se encuentran diseminados por todo el Milegu.

No se conoce cuando fueron creados, si es que no surgieron espontáneamente de la nada debido a la acumulación de Esencia maligna.

1. Historia en Qhot-naun-phaqiasiari

Unos de los Demonios Pllana más conocidos son lo que habitaban en Qhot-naun-phaqiasiari. Estos Demonios expandieron exponencialmente su control en las últimas fases de existencia de Qhot, cuando el-mundo-de-las-maravillas-incontables llevaba ya varios milenios siendo un Planeta Cambiante (aunque no técnicamente) debido a la enorme cantidad de submundos que había en él.

En un principio, surgieron en la mente de un Humano de Qhot-naun-phaqiasiari o bien de un Elfo Dorado de Qhot-naun-phaqiasiari, no se conoce realmente.

Desde la idea original, pasaron al submundo de dicho Humano (o Elfo Dorado) y empezaron una cruel guerra para hacerse con el control de dicho submundo.

Los submundos y los seres que los crean están conectados de una manera sutil. Si una especie domina de manera absoluta un submundo puede encontrar la manera de manipular al ser que creó su submundo.

Eso es lo que hicieron los Demonios Pllana para conseguir llegar a otros submundos, primero subrepticiamente y luego de manera abierta.

Los Demonios Pllana, curiosamente, aparecieron muy pronto en la historia de Qhot-naun-phaqiasiari: ya se encontraban planificando sus fechorías desde antes del cierre de los submundos (es decir, cuando sólo los Yáwohhiur conocían de los submundos). Sin embargo su poder era tan escaso y controlaban tan pocos submundos que nadie en Qhot había oído hablar de ellos.

Fue mucho después, en la era arcaica (la etapa posterior al descubrimiento de los submundos), cuando los Demonios Pllana empezaron a hacerse visibles.

Esto sucedió durante el apogeo de los submundos, cuando millones y millones de submundos mayoritariamente comunicados entre sí eran fácilmente accesibles por parte de cualquier especie.

Los fuertes métodos de control impulsados por los Yáwohhiur para vigilar los submundos fueron sistemáticamente rechazados por parte de otras especies como los Elfos de la Sangre de Fuego, los Yuyh’nü, los humanos o los Blemmyae de Erakykima, que recelaban de los Yáwohhiur.

Se los consideraba como diminutas molestias, fáciles de eliminar pero inherentes a los propios submundos.

Con el paso del tiempo aparecieron algunas facciones algo más poderosas dentro de los submundos que amenazaron la propia integridad de los mismos: fueron seres como los Demonios Jibtyg o los Demonios Njgykorchuwou. Sin embargo, tanto los Demonios Pllana como los Sarqoisi, que serían actores fundamentales en la destrucción de Qhot-naun-phaqiasiari, permanecieron ocultos.

Tanto los Jibtyg como los Njgykorchuwou fueron eliminados por una Coalición formada por las razas inteligentes de Qhot-naun-phaqiasiari. En dicha coalición participaron incluso los Elfos de la Sangre Resplandeciente (antiguos enemigos de los Yáwohhiur y de muchas otras especies).

Mucho más inteligentes, los Pllana decidieron seguir aumentando su poder de forma continuada pero mucho más calmada: no irrumpían en los submundos y mataban a todos sus habitantes, sino que entraban disfrazados como habitantes de Qhot-naun-phaqiasiari o incluso de habitantes del propio submundo para tejer una red de poder, mucho más efectiva que el poder bruto.

La clave del éxito de los Demonios Pllana y los Sarqoisi (o la clave de la derrota de las especies que habitaban Qhot-naun-phaqiasiari) fue su lento avance: no fue hasta pasados cinco milenios (tiempo de Qhot) del descubrimiento de los submundos, cuando los Sarqoisi y los Pllana decidieron empezar a devorar submundos de manera masiva.

Cuando se dieron los primeros casos realmente preocupantes para las especies de Qhot, los Demonios Pllana ya eran muchísimo más poderosos que el resto de especies coordinadas juntas y que una gran parte de las especies que habitaban en los submundos.

Otro punto del éxito pllanaico fue que aprendieron a controlar los mecanismos de adherencia de los submundos a Qhot y también sus mecanismos de apertura y cierre.

Los Yáwohhiur fueron los primeros en darse cuenta de este hecho, puesto que seguían teniendo una voz predominante en las decisiones sobre la seguridad de los submundos (no eran pocos los peligros que se habían teorizado o evitado a lo largo de los cinco milenios de interrelación total de Qhot con los submundos).

Los Demonios Pllana atacaron de una manera brutal: a la vez que devoraban miles y miles de submundos enanos, para ganar más poder, desconectaron de Qhot a los submundos donde vivían las especies más peligrosas para ellos.

Estas conexiones estaban vigiladas de manera permanente por los Yáwohhiur, que inmediatamente avisaron a la antigua Coalición. Sin embargo, la batalla fue muy desigual.

Aunque los Yáwohhiur y el resto de especies de Qhot subsistieron durante cerca de trescientos años al implacable avance de los Demonios Pllana y de los Sarqoisi, al final éstos triunfaron.

2. Apariencia y características

Debido a la "similitud física" entre los Demonios Pllana, los Demonios Jibtyg y los Demonios Njgykorchuwou (y existen muchas otras variedades no conocidas), se ha propuesto la denominación de Demonios de Qhot-naun-phaqiasiari para todos ellos.

Si bien sus poderes son muy similares, sus motivaciones y apariencia son muy diferentes.

Los Demonios Pllana tienen cabezas demoníacas de un tamaño algo pequeño coronadas por cornamentas de ciervo extrañamente alargadas. Sus alas son de libélula y sus brazos son desiguales.

Sus piernas varían para los diferentes individuos. Los Demonios Pllana más poderosos tienen las piernas iguales.


Criaturas: Demonios de Qhot-naun-phaqiasiari (Demonios Pllana, Demonios Jibtyg, Demonios Njgykorchuwou). Humanos de Qhot-naun-phaqiasiari, Elfos Dorados de Qhot-naun-phaqiasiari, Yáwohhiur, Elfos de la Sangre de Fuego, Yuyh’nü, Blemmyae de Erakykima, Sarqoisi, Elfos de la Sangre Resplandeciente.
Espacios Planares: Milegu, Espiral de la No-extinción, submundos, Planetas Cambiantes.
Lugares: Planeta Qhot-naun-phaqiasiari.
Conceptos: Esencias, Esencias del Mal.
Organizaciones: Coalicion por la Salvación.


Texto: Jakeukalane.
Imagen: Jakeukalane. Imagen original aquí → Los Demonios Pllana (deviantart). Imagen en tamaño completo aquí → Los Demonios Pllana (imagen). (antigua).

©Hyposs Productions.

Los Ntu-ntu

Los Ntu-ntu

Imagen: Un Ntu-ntu, por Fluxmachine, modificada por Jakeukalane.


Texto original de Jakeukalane inspirado en la imagen.


Los Ntu-ntu son criaturas peligrosas, muy inteligentes, de apariencia repugnante y carácter interplanar que habitaron en los desiertos del Planeta-submundo de Sarqoipei, así como en muchos otros Planos y en el propio Tejido Interplanar.

La mayor parte de los Ntu-ntu vivían en Sarqoipei, aunque no por elección propia. Los Ntu-ntu más antiguos recorrían los Planos en busca de las gigantescas Serpientes Cósmicas, para aniquilarlas. Las Serpientes Thal fueron las causantes de la destrucción de su Planeta, Ntussil.

Los Ntu-ntu fueron adorados brevemente por los Elfos de la Sangre Resplandeciente debido a su parecido con Nhuitui, el Dios Élficosangriento de la tierra.

Tienen multitud de poderes como el teletransporte o lanzar rayos por los ojos, si bien en Sarqoipei su capacidad de teletransportarse es muy limitada, de apenas cientos de metros, además de que les causa una considerable merma de energía. Sus rayos energéticos también son menos poderosos en Sarqoipei.

En Sarqoipei recorrían las dunas en busca de comida o seres que descuartizar. Cazan en enormes manadas, ocultándose en la arena. Cavan extensísimos túneles a lo largo de los desiertos de Sarqoipei para surgir por sorpresa en un revoltijo de tentáculos, ojos y rayos de energía.

Se sospecha que esos larguísimos túneles van a parar, después de recorrer una distancia enorme, a una gigantesca cueva recubierta de mármol rojo donde los Ntu-ntu intentan acceder a Qhot-naun-phaqiasiari. Sería allí donde celebran sus secretos cónclaves.


Criaturas: Ntu-ntu, Elfos de la Sangre Resplandeciente, Dioses Élficosangrientos (Nhuitui). Serpientes Cósmicas (Serpientes Thal de Sarqoipei).
Espacios Planares: Planos, Tejido Interplanar. Planeta Qhot-naun-phaqiasiari, Planeta-submundo de Sarqoipei. Planeta Ntussil.


Texto: Jakeukalane.
Imagen: Fluxmachine, modificada por Jakeukalane. Imagen original aquí → Krupp Von Bohlen. Imagen en tamaño completo → Krup Von Bohlen (imagen). Imagen modificada original aquí → Los Ntu-ntu (deviantart). Imagen modificada en tamaño completo aquí → Los Ntu-ntu (imagen).

©Hyposs Productions. ©Fluxmachine

El Planeta Qhot-naun-phaqiasiari

El Planeta Qhot-naun-phaqiasiari

Imagen I: Mapa del Planeta Qhot-naun-phaqiasiari, por Jakeukalane.


Texto original.


0. Introducción.
1. El Continente Vorm.
2. El Continente Erakykima.
3. El Continente Hammpal.
4. El Continente Pyuryu.


0. Introducción

El Planeta Qhot-naun-phaqiasiari (el mundo de las maravillas incontables) es un planeta con una larga y compleja historia. Este planeta es ampliamente conocido por tener millones de submundos en su interior, submundos que, pasado el tiempo, fueron devorados por los Sarqoisi y los Demonios Pllana.

1. El Continente Vorm

Vorm es el continente más misterioso de todo Qhot-naun-phaqiasiari. Está situado a la misma latitud que el extremo norte de Hammpal. Es llamado también Uskeh por algunas culturas.

Este continente está asociado con la prehistoria antigua de Qhot, puesto que en él se desarrollaron múltiples civilizaciones que ya habían desaparecido cuando surgieron otras más conocidas, como los Yáwohhiur.

Muy pronto fue devastado por guerras internas pero se dice que tanto los Alhwussi como los Yuyh’nü procedían de dicho continente.

Los restos de las batallas todavía 1  permanecen sobre las llanuras y los enormes árboles Sjyuhg hunden sus poderosas raíces en la lava solidificada hace milenios.

Después de ser arrasado, multitud de especies élficas como los Altos Elfos, los Elfos Silvanos o los Elfos de los Arroyos se asentaron en Vorm, procedentes al parecer de Hammpal y Erakykima.
También allí se establecieron los Altos Reinos Troll, la Hermandad de los Cinco Sabios y los Trolls de la Sangre de Oro.

2. El Continente Erakykima

El Continente Erakykima, por Jakeukalane
Imagen II: El Continente Erakykima, por Jakeukalane.


En el continente Erakykima vivieron la mayor parte de las naciones élficas (aunque ninguna fuera originaria de Erakykima), los Yáwohhiur, los Blemmyae de Erakykima, humanos y semielfos. El centro de Erakykima está dominado por las llanuras mientras que tanto el este como el oeste del continente están cubiertos por una selva impenetrable. Es allí, aunque sobre todo en el este, donde se desarrollan las culturas élficas. Los reinos y estados yáwohhiúricos ocupan el centro de Erakykima y se encuentran confederados y asociados entre sí mediante el Gran Pacto Yáwohhiúrico.

En Erakykima se desarrollaron los eventos más importantes de todo Qhot-naun-phaqiasiari, empezando con el descubrimiento por los Yáwohhiur de los submundos y los hechos subsiguientes como la Primera Guerra Élficosangrienta, la Guerra Civil Yáwohhiúrica y la Segunda Guerra Élficosangrienta, que desembocaron en la era conocida como Período Arcaico, en el que los submundos entraron en la Realidad propia de Qhot-naun-phaqiasiari.

Es en Erakykima donde se produjo en un primer momento un mayor número de submundos, como el mundo de Odranærya, donde nacieron los Neldra.

3. El Continente Hammpal

El Continente Hammpal, por Jakeukalane
Imagen III: El Continente Hammpal, por Jakeukalane


De Hammpal son originarios los Elfos de la Sangre de Fuego, los Elfos de la Sangre Resplandeciente, los Trolls de la Sangre Resplandeciente y los Orcos Verdes de las Colinas. Los Elfos de la Sangre Resplandeciente tienen su capital en la ciudad oculta de Tsa’dveriedle. Hammpal es un continente selvático, exceptuando la península de Wude, en el norte de Hammpal y la parte sur de la extensa península de Newa, cercana a Xeldra, Qamisk y Pyuryu. Al igual que con Vorm, la comunicación de Erakykima con Hammpal es escasa, produciéndose exclusivamente a través de las naciones élficas que tienen asentamientos en ambos continentes.

4. El Continente Pyuryu

El Continente Pyuryu, por Jakeukalane
Imagen IV: El Continente Pyuryu. También se pueden observar las islas de Xeldra y Qamisk, por Jakeukalane


Este continente, situado al sur del continente de Erakykima y al suroeste de las islas Xeldra, Qamisk y el continente Hammpal, está situado en Qhot-naun-phaqiasiari, el mundo de las maravillas incontables.

Algo alejado del ecuador del planeta (es el continente más meridional), las precipitaciones que llegan allí son mucho menores que las de Erakykima, Hammpal o Uskeh. Sin embargo, a pesar de que las lluvias son más escasas, las corrientes cálidas del océano Ysaughi que bañan sus costas le dan un clima templado y poco variable, si bien dado a los tifones.

En Pyuryu la sociedad es mucho más mixta que en otros continentes, conviviendo a plena luz del día Elfos, Semielfos y humanos. La mayor parte de la población humana de todo Qhot se encuentra en Pyuryu, donde ha formado varios reinos y estados como Takalasia, con capital en Takunulsi, muy cerca de la costa sur.

Los Elfos Guerreros Mawi conforman la mayoría de la población élfica de la isla.

*1: Existen Mundos-Clon de Qhot-naun-phaqiasiari surgidos antes de que fuera devorado por los Sarqoisi y los Demonios Pllana. Volver.


Criaturas: Sarqoisi, Demonios Pllana, Alhwussi, Yuyh’nü, árboles Sjyuhg, Altos Elfos, Elfos Silvanos, Elfos de los Arroyos, Trolls de los Altos Reinos, Innominados de la Hermandad de los Cinco Sabios, Trolls de la Sangre de Oro, Blemmyae de Erakykima, Neldra, Elfos de la Sangre de Fuego, Elfos de la Sangre Resplandeciente, Trolls de la Sangre Resplandeciente, Orcos Verdes de las Colinas, Humanos, semielfos, Elfos Guerreros Mawi. Árboles Sjyuhg.
Espacios Planares: Qhot-naun-phaqiasiari, Odranærya, Mundos Clon. Lugares: Continente Erakykima, Continente Hammpal, Continente Vorm, Continente Pyuryu, Isla Xeldra, Isla Qamisk, Océano Ysaughi. Península de Newa. Península de Wude. Ciudad de Tsa’dveriedle. Ciudad de Takunulsi.
Organizaciones: Takalasia.


Nota I: Este texto es ficticio.


Texto: Jakeukalane.
Imagen I: Jakeukalane. Imagen original aquí → Mapa del Planeta Qhot-naun-phaqiasiari (deviantart). Imagen en tamaño completo aquí → Mapa del Planeta Qhot-naun-phaqiasiari (imagen).
Imagen II: Jakeukalane. Imagen original aquí → Erakykima (deviantart). Imagen en tamaño completo aquí →Erakykima (imagen).
Imagen III: Jakeukalane. Imagen original aquí → Hammpal (deviantart). Imagen en tamaño completo aquí → Hammpal (imagen).
Imagen IV: Jakeukalane. Imagen original aquí → Mapa de Pyuryu (deviantart). Imagen en tamaño completo aquí → Mapa de Pyuryu (imagen).

©Hyposs Productions.

Historia del Planeta Qhot-naun-phaqiasiari I

Historia del Planeta Qhot-naun-phaqiasiari I

Imagen I: El Planeta Qhot-naun-phaqiasiari después del desastre, por Jakeukalane.


Texto original de Jakeukalane. Ver nota para inspiraciones.


0. Introducción.
1. El Planeta Qhot-naun-phaqiasiari prearcaico (etapa pre-descubrimiento).
        1.1. El primer descubrimiento de los submundos.
        1.2. Los Yáwohhiur, el cierre de los submundos y Odranæ.
        1.3. Reacciones ante la crisis de los submundos propios.
        1.4. La búsqueda de "el secreto de los Yáwohhiur": el Comité y el Consejo.
        1.5. La Guerra Élficosangrienta.
        1.6. El reino de Pjyuyu y las rupturas de los pactos.
        1.7. La guerra civil yáwohhiúrica y la Segunda Guerra Élficosangrienta.
        1.8. El redescubrimiento de los submundos.


0. Introducción

El Planeta Qhot-naun-phaqiasiari (lit. "el mundo de las maravillas incontables") es un planeta que ha llegado a estar cubierto permanentemente de tormentas eléctricas y mágicas. La superficie de este planeta llegó a ser tan porosa, sin embargo, que todo el agua se acumulaba en el núcleo del planeta transformada en hielo (debido a la presión).

Sin embargo, todo esto ocurrió mucho después de su formación y, antes de la catástrofe que cambió a este planeta para siempre, se dieron en él sucesos asombrosos muy importantes en su historia.

1. El Planeta Qhot-naun-phaqiasiari prearcaico (etapa pre-descubrimiento)

Anteriormente a dicha catástrofe, Qhot-naun-phaqiasiari era un Planeta cuya geografía era bastante normal, con la pequeña salvedad de que contaba con miles y miles de millones de submundos.

En cada cruce de caminos, en cada palacio, en cada carreta, en cada objeto sobre la superficie del planeta, había asociado a él un submundo secreto. Estos submundos se veían influidos por el pensamiento de las razas inteligentes que habitaban Qhot-naun-phaqiasiari: cada habitante llegó a poder crear un mundo particular para sí mismo (aunque esto tardaría mucho en ocurrir).

Qhot-naun-phaqiasiari era entonces un lugar repleto de todo tipo vida y lleno de maravillas; las diversas razas presentes en Qhot tenían su subsistencia garantizada: amplias praderas, campos inmensos de cereales y un clima suave y templado hacían de la parte ecuatorial de Qhot un lugar próspero donde vivir. Allí se asentaron diversas especies como los Elfos de Qhot-naun-phaqiasiari (con diversas subespecies), los Elfos Guerreros Mawi, los Humanos, los Yáwohhiur, etc.

Sin embargo, el descubrimiento de la existencia de submundos tardó muchos siglos en producirse. Su revelación al pueblo llano fue todavía más tardía.

1.1. El primer descubrimiento de los submundos

Los primeros que descubrieron los submundos, los Yáwohhiur, guardaron cuidadosamente el secreto para ellos durante mucho tiempo, siglos incluso.

Además, tenían leyes muy duras para evitar que la información de la existencia de los submundos se propagase no sólo a otras especies sino a estamentos no privilegiados de su propia sociedad.

Primero los usaron como fuente de conocimientos, observando y escuchando a distancia. Podían conocer todos los saberes y técnicas de los pueblos que habitaban esos submundos. Los Yáwohhiur aprendieron pacientemente muchas de esas técnicas y saberes. Con el tiempo, no sólo aprendieron a escuchar y conocer las técnicas que estos pueblos empleaban sino que podían entrar en estos submundos, donde sus poderes eran los de dioses. Muchos Yáwohhiur cayeron en la locura en ese momento e intentaron levantar imperios a sangre y fuego dentro de sus submundos.

Y, antes de que les pudiesen detener, algunos de estos Yáwohhiur llegaron incluso a fusionar a varios submundos en uno para gobernarlos con mayor comodidad.

Esto llevó a la llamada "crisis de la conquista de submundos".

1.2. Los Yáwohhiur, el cierre de los submundos y Odranæ

Los Yáwohhiur por Makatako
Imagen II: Un Yáwohhiur, por Makatako.


Los Yáwohhiur que son, sin embargo, una especie muy sabia y con amplia experiencia en enfrentarse a grupos de su propia especie rebeldes o megalomaníacos, pronto pusieron freno a estos individuos y estudiaron pacientemente qué podría haber desencadenado ese proceso de locura y cuales serían las medidas para evitar que pudiese volver a ocurrir.

Las medidas acordadas, empero, no fueron todo lo sutiles que cabría de esperar en los Yáwohhiur, decidiéndose —en vez de por la educación o concienciación—, por la prohibición.

Por lo tanto, decidieron restringir el acceso a todos los submundos conocidos. Después de cinco años 1  de esfuerzo, los Yáwohhiur consiguieron controlar todos los submundos conocidos asociados a cosas u objetos y restringir de manera casi total su acceso.

El mecanismo mediante el cual se estableció dicho control se basó en Texturas de Esencias.

Los controles fueron tan exhaustivos que impidieron el acceso a los submundos a una cantidad considerable de Yáwohhiur que legítimamente lo habían intentado, sin tener ningún propósito dañino o de conquista.

Pero el control se incrementó aún más y sólo los Yáwohhiur sin tacha y dedicados a la investigación podrían acceder a un submundo a partir de entonces. Incluso los autorizados para acceder a los submundos fueron vigilados estrechamente fuera de los submundos, sometidos a tests psicológicos frecuentes y horarios estrictos.

Para los Yáwohhiur que no cumplieran estos requisitos fue, a partir de entonces, mucho más difícil, por no decir casi imposible, poder acceder a un submundo.

Odranæ, un aprendiz yáwohhiúrico con un gran intelecto intentó, sin éxito, solicitar una autorización para entrar en un submundo muy interesante que presentaba indicios de tecnología avanzada.

Las autoridades yáwohhiúricas le denegaron el permiso reiteradamente puesto que un primo suyo, Apholdamapaistos, había sido encarcelado por invasión y conquista de un submundo.

Ante la imposibilidad de acceder a un submundo ya existente, Odranæ pensó muy detenidamente sobre la posibilidad de crear por sí mismo un submundo. Esta idea no le parecía irrealizable: poco o nada había estudiado él sobre la teoría que tenían los Yáwohhiur acerca de la formación de los submundos y por lo tanto no podía saber que la tarea que le aguardaba era casi imposible.

Pero cuando alguien se enfrenta a un problema con grandes dotes de imaginación, sin prejuicios y con muchos conocimientos acumulados, en ocasiones sucede que se logra hallar una vía alternativa, nunca antes explorada 2.

Odranæ muy pronto intuyó que existía una posibilidad de crear un submundo propio, sólo para sí mismo. Sin embargo, antes siquiera de poder intentarlo, necesitaba conocer más cosas sobre los submundos. Robó varios libros a un famoso estudioso yáwohhiurino de los submundos, Aonastes. Varios años después, cuando Odranæ estuviese apunto de lograr su hazaña, pediría ayuda al propio Aonastes que se convertiría en su estrecho colaborador.

Los Yáwohhiur pensaban que los submundos existentes en Qhot-naun-phaqiasiari estaban asociados con todas las cosas inertes existentes en el planeta, y que desde su formación se habían mantenido incólumes y muy infrecuentemente se creaban otros submundos nuevos.

Odranæ descubrió que esto no era exactamente así: los submundos se creaban, aunque a un ritmo mucho mayor del que se conocía y también resultaban destruidos en muchas ocasiones. El descubrimiento más importante de Odranæ fue, sin embargo, que los submundos también pueden estar asociados a un ser vivo y no sólo a cosas inertes.

Odranæ dedujo que dado que los Yáwohhiur tenían prohibido entrar en los pensamientos de otros Yáwohhiur, crear un submundo que estuviese asociado exclusivamente a él sería la única manera de burlar los controles para entrar en un submundo.

Después de una opípara comida de hormigas, Odranæ se tumbó en su jergón favorito a dormir y tuvo un sueño realmente extraño. Al interesarse por su propio submundo, Odranæ sin saberlo, había hecho que éste comenzara a existir. En este sueño Odranæ fue llevado ante unos enormes seres de piedra, los Neldra.


Los Neldra, por titou, modificada por Jakeukalane
Imagen III: Los Neldra, por Thierry Rouzier.


Estos seres, aunque él no lo sabía, procedía de su propio submundo, que se conocería posteriomente como Odranærya.

Como tantas veces ocurre en el Milegu se habría producido un suceso sin causa evidente, puesto que su causa estaba en el futuro (Xiwalianqué).

Los Neldra hablaron muchas veces en sueños con Odranæ de manera muy breve, puesto que su existencia todavía no era permanente ni real.

Con la ayuda de los Neldra, Odranæ supo como crear su propio submundo y burlar de manera definitiva las protecciones de los funcionarios yáwohhiúricos. Habiendo paseado sólo brevemente por Odranærya, Odranæ se enamoró de manera irremisible de su propio submundo y decidió vivir para siempre en él.

Antes de internarse en su submundo publicó en varios medios diferentes su descubrimiento de que los submundos también estaban asociados a cada individuo y que el control que los funcionarios yáwohhiúricos realizaban era inútil frente a estos submundos.

El breve mensaje que publicó en la prensa instantánea 3  decía así:


"Soy Odranæ, investigador de submundos. Quiero dar a conocer esta felicísima noticia: cada Yáwohhiur es capaz de crear un submundo de manera sencilla asociado a uno mismo. Esos submundos no están bajo el control de funcionarios represores. Disfruten de sus mundos: yo ya estoy en el mío. Adiós."


Prensa instántanea Yáwohhiúrica, por Jakeukalane
Imagen IV: Prensa instantánea, por Jakeukalane.


En otros medios, su mensaje fue más largo, detallando de manera explícita los pasos que había realizado.

Después de su revelación, dispuso todo lo posible para estar a salvo dentro de su submundo sin más contacto con el exterior.

Odranæ en su submundo era inmortal y no perecería a no ser que fuere destruido su submundo.

Las consecuencias de la revelación de Odranæ no se hicieron esperar: a pesar de las tímidas reacciones de académicos Yáwohhiur en todos los países yáwohhiúricos negando cualquier posibilidad de creación de submundos propios, la noticia se propagó rápidamente por todas las clases sociales y no fueron pocos los que intentaron crearse un submundo propio.

Como se puso de manifiesto con Odranærya, los submundos asociados a un individuo son los más fáciles de crear y con sólo pensar en la idea y explorar la mente, el submundo ya tiene las bases para poder ser creado. La creación total del submundo (lo que permite que sea visitado y adquiera consistencia), depende de cuestiones algo más complejas, como matemáticas y física no muy avanzada.

1.3. Reacciones ante la crisis de los submundos propios

A pesar de que la propagación del conocimiento de cómo realizar un submundo fue fulgurante, la prohibición terminante que se había establecido hacía tanto tiempo de informar a otras especies, impidió que en este momento otros seres llegaran a conocer, no sólo la existencia de los submundos, sino las innumerables posibilidades de creación que Odranæ había abierto.

Sin embargo, las sospechas de otras razas siempre habían permanecido latentes: encuentros fortuitos con submundos, descuidos de los propios Yáwohhiur que tenían derecho a comerciar (que eran rápidamente hechos desaparecer o desacreditados)4, etc.

La revelación de Odranæ había hecho que todos los Yáwohhiur, independientemente de su casta social, conocieran la existencia de los submundos, lo que en sí constituía una catástrofe bajo el punto de vista de los dirigentes yáwohhiúricos y de los funcionarios que protegían el acceso a los submundos.

Esta situación les dejó perplejos en un primer momento, pero pronto se rehicieron y trazaron cuidadosas medidas para evitar que dicha información llegase a otras especies.

Se impuso la ley marcial, las fronteras de los once países yáwohhiúricos se cerraron, los periódicos instantáneos que habían publicado la noticia dejaron de transmitir noticias y los emisores cesaron de emitir: se impuso un control total de la información. También se detuvo el comercio exterior regular, pasando a estar dicha actividad, —en sus contactos con otras especies—, controlada por el ejército. Gracias a ello la expansión de dicha información fue limitada, si bien es cierto que pasados dos o tres años la casi totalidad de la población yáwohhiúrica supo del incidente y que se podían crear submundos personales.

Esto tuvo enormes repercusiones en la ya de por sí muy cambiante sociedad de los Yáwohhiur. La gran densidad de población de los estados yáwohhirúricos había sido un problema bastante grave y dicho problema se vio aliviado sustancialmente cuando una considerable cantidad de individuos decidieron "emigrar" a sus propios submundos.

Aunque a grandes rasgos la crisis se había solventado de manera razonable para los intereses de los Yáwohhiur, sin lugar a dudas fue el punto de partida de los subsiguientes cambios que desembocarían en que el resto de especies conociesen no sólo la existencia de los submundos y su utilidad para recabar información y técnicas avanzadas, sino también la posibilidad de crear submundos propios. Pero para que ese conocimiento llegase a ser ampliamente conocido aún sucedieron muchas penalidades en el Continente de Erakykima.

1.4. La búsqueda de "el secreto de los Yáwohhiur": el Comité y el Consejo

De todas las medidas adoptadas para evitar la propagación de la existencia de los submundos, la que peor fue acogida no sólo por el pueblo llano sino por el resto de especies fue, sin lugar a dudas, la limitación del comercio o —más precisamente—, la sustitución por militares de los intermediarios comerciales frente a otras razas.

Esto fue debido a una multitud de factores. Las limitaciones de información, aunque no frecuentes, no eran algo extraordinario para los Yáwohhiur ni para otras especies. Qhot en aquellos tiempos no era precisamente un lugar pacífico. Tampoco era desconocida la limitación de movimientos, las levas forzadas para mantener el ejército ni la obligatoriedad de evacuar una zona.

Todas estas reacciones eran normales en los estados yáwohhiúricos ante situaciones inesperadas como desastres naturales, guerras, saqueos, etc.

Sin embargo, la limitación del comercio y su control militar, aparte de evitar que la existencia de los submundos se filtrase a otras especies, también despertó las suspicacias de muchos, por lo inusual de la medida.

Obviamente, el rechazo a esta decisión no fue sólo por lo extraordinario de ésta sino por las enormes pérdidas económicas que conllevaba tanto para los Yáwohhiur como para especies que vendían sus productos a través de intermediarios Yáwohhiur y, en general, para todos los comerciantes.

El "secreto de los Yáwohhiur" como era llamado hasta entonces por otras razas de Qhot, se convirtió en una búsqueda incesante y su descubrimiento un objetivo a cumplir. Dicho "secreto" explicaría el porqué de la súbita transformación en menos de 1.600 años de la sociedad yáwohhiúrica de guerreros y cazadores-recolectores a una sociedad avanzada plenamente sedentarizada y con tecnología muy superior a la que disponían otras civilizaciones, más antiguas que los Yáwohhiur. También se incluyó en "el secreto" la misteriosa y vertiginosa disminución de densidad de población de los Yáwohhiur, así como el estado de emergencia militar.

Diversas especies de Elfos, semielfos, humanos y otros seres humanoides (como los Blemmyae de Erakykima) establecieron un Comité 5  para lograr entre todos aportar luz al misterio yáwohhiúrico y, de paso, terminar con el bloqueo comercial que impedía contactar con ningún Yáwohhiur que no fuese militar.

Para averiguar los secretos de los Yáwohhiur procedieron con cautela: no ganarían nada con alarmar a las autoridades y la precaución en tiempos de ley marcial era absolutamente necesaria.

Para abordar el problema decidieron quejarse abiertamente a las autoridades yáwohhiúricas haciendo frente común en el gran inconveniente que había supuesto la revolución social de los Yáwohhiur: el control militar del comercio.

Si bien los más gravemente perjudicados eran los propios mercaderes yáwohhiúricos, el Comité presentó a los Yáwohhiur, en la búsqueda de su secreto, una historia convincente y parcialmente cierta y que les permitía enviar una embajada a los reinos yáwohhiúricos para investigar sobre el terreno.


Elfo de la Sangre de Fuego por Art-of-Geun, modificado por Jakeukalane
Imagen V: Elfo de la Sangre de Fuego, por Art-of-Geun, modificada por Jakeukalane.


El delegado de la comisión, un Elfo de la Sangre de Fuego, se instaló en la más importante capital yáwohhiúrica (Vaelamieelu) para, supuestamente, negociar la restituición del comercio en nombre del resto de comerciantes e intermediarios.

Este Elfo de Sangre de Fuego, de nombre Yzsýsi’auh 6, adujo ante el gobierno yáwohhiur que las pérdidas económicas generadas por el control del comercio hacían inviable seguir comprando y vendiendo productos a los Yáwohhiur: los intermediarios comerciales de otras razas habían empezado a retirar sus negocios del área yáwohhiúrica, usando otras rutas alternativas, en algunos casos más baratas (por lo que recuperar dichas rutas sería muy complicado). También les dijo que cada vez menos mercaderes se atreverían a intercambiar bienes por el temor a que sus mercancías fueran requisadas por las autoridades yáwohhiúricas.

A pesar de que estas autoridades confiaban en la buena fe de los comerciantes y su representante, no pusieron nunca en peligro su secreto: durante la estancia de Yzýsi’auh en Vaelamieelu, fue escoltado en todo momento por un numeroso escuadrón de elite que le impidió cualquier tipo de acercamiento a los Yáwohhiur de a pie.

Las negociaciones fueron bastante lentas; los meses pasaban e Yzsýsi’auh siguió recluido en una pequeña casita de las afueras de Vaelamieelu (fuera de las grandes murallas) esperando que los funcionarios preparasen una oferta convincente.

La visita concluyó con un acuerdo de mínimos entre los intereses que representaba Yzsýsi’auh y el gobierno central yáwohhiúrico. Nada más llegar a territorio élficosangriento, en el Continente de Hammpal, mandó convocar una reunión urgente del Comité.

La visita del Elfo de Sangre de Fuego, si bien no resolvió ninguno de los problemas comerciales de las naciones representadas en el Comité (la apertura a intermediarios no militares fue mínima y muy lenta), sí que confirmó las sospechas que mantenían el resto de especies frente a los Yáwohhiur: el secreto existía y frente a una situación excepcional en la que el resto de especies pudiese enterarse de dicho secreto los Yáwohhiur estaban dispuestos incluso a dejar de lado las cortesías diplomáticas, manteniendo incomunicado a un delegado que merecía un mayor respeto.

El Comité decidió dejar de presionar en asuntos comerciales y se transformó en un Consejo: el Consejo sobre el Secreto de los Yáwohhiur.

Este Consejo determinó que ante la inestabilidad social que estaba viviendo la sociedad yáwohhiúrica y su necesidad de volver a negociar con el mundo exterior tarde o temprano, que se desvelara el secreto era sólo cuestión de tiempo.

Para acelerar dicho proceso el Consejo contactó con más especies como los Yuyh’nü, místicos humanoides alados y con otros Elfos que no tenían ningún tipo de contacto con los Yáwohhiur: el número de especies que se sumó a las disquisiciones fue aumentando gradualmente.

El Consejo no sólo se dedicó a investigar en profundidad a los Yáwohhiur, sino que también miró con lupa en la Historia de cada una de las especies para hallar cualquier tipo de pista que condujese a descubrir el tan anhelado secreto.


Elfo de la Sangre Resplandeciente por Art-of-Geun, modificado por Jakeukalane
Imagen VI: Elfo de la Sangre Resplandeciente, por Art-of-Geun, modificada por Jakeukalane.


Una de las razas a las que se dejó fuera del Consejo fue a los Elfos de la Sangre Resplandeciente (esgoig ve sa’ Sa’dlse Segstsa’dveriedle o Sa’dveriedle en idioma élficosangriento). A pesar de tener cierta relación con los Elfos de la Sangre de Fuego (cultural más que genética), sus métodos expeditivos y violentos hicieron que el resto de especies tuviesen reticencias de informales de sus avances.

Los Elfos de la Sangre Resplandeciente son la especie élfica 7  más esquiva, más incluso que los Elfos Silvanos (Anxi’ellehë) y la más misteriosa.

A pesar de los intentos del Consejo de mantener apartados a los Sa’dveriedle, no lo consiguieron puesto que tenían sobornados a algunos miembros del Consejo que actuaban como sus informadores.

Mientras que los Elfos de la Sangre Resplandeciente pretendían llegar a una solución rápida, el Consejo tardó tres años más en emitir un informe que tuviera en cuenta todos los datos relevantes de la investigación.

En él se podían leer las descripciones pormenorizadas de todos los comportamientos extraños de los Yáwohhiur en territorio extranjero en los últimos 300 años y los sucesos extraordinarios de cada una de las especies hasta el más mínimo detalle. Incluso se incluyó en el informe el descubrimiento fortuito de un submundo por parte de los Blemmyae de Erakykima.

Sin embargo, entre las decenas de sucesos relevantes para la investigación que les concernía, el informe también incluía miles y miles de sucesos que no se podían verificar. Estos sucesos, inventados o producto de la superstición natural de los campesinos o guerreros no cultos, enterraron bajo ellos cualquier rastro de los submundos.

Por lo tanto, el análisis final no identificó cual podría ser el secreto de los Yáwohhiur y la escueta conclusión fue que los Yáwohhiur tenían a su disposición una tecnología muy desarrollada y demasiado avanzada como para haber sido desarrollada por ellos mismos y que esa tecnología era utilizada casi en exclusiva con propósitos ocultos.

También quedaba descartada la posibilidad de que una raza que habitase Qhot les hubiese dado dichos conocimientos, puesto que la mecánica de algunos aparatos yáwohhiúricos que habían caído en manos del Consejo estaban diseñados claramente bajo condiciones físicas diferentes 8.

La posibilidad de seres extraqhotienses (diminutivo de extraqhotnaunphaqiasiarienses) ni siquiera fue contemplada puesto que los cielos eran muy vigilados no sólo en aquel momento sino desde la antigüedad. No se tuvo en cuenta a posibles viajeros interplanares puesto que no se contaba con teorías que especulasen con la existencia de otros Espacios Planares.

En resumen: el Consejo había hallado las pruebas fehacientes de que los Yáwohhiur utilizaban tecnología muy avanzada de origen desconocido para mantener infraestructuras de tipo también desconocido.

1.5. La Guerra Élficosangrienta

Viendo que el Consejo no les admitía en sus deliberaciones y que las investigaciones habían llegado a un punto muerto (los años pasaban sin que el Consejo se decidiese a tomar medidas más drásticas que enviar espías a territorios yáwohhiúricos), los Elfos de la Sangre Resplandeciente decidieron pasar a la acción.

Entre los Elfos de la Sangre Resplandeciente, la mayoría fanáticos religiosos adoradores de las deidades de la naturaleza —pero con la sanguinaria tendencia de acabar con la vida de todos aquellos que se acercasen a sus territorios 9, había muchos que veían con muy malos ojos el uso de tecnologías tan avanzadas sin que los Yáwohhiur tuviesen los conocimientos acerca de dichas tecnologías 10.


Plaga de la Sangre Resplandeciente por Jakeukalane
Imagen VII: Plaga de la Sangre Resplandeciente, por Jakeukalane


Cuando estuvieron listos, los Elfos de la Sangre Resplandeciente liberaron una plaga, conocida por el nombre de Plaga de la Sangre Resplandeciente, con características ciertamente peculiares 11  que dinamitó los cimientos tecnológicos de los Yáwohhiur y su capacidad de controlar el acceso a los submundos (lo que en muchos momentos ocasionó que algunos Yáwohhiur quedaran atrapados en ellos).

La Plaga era un conjunto de microorganismos que se alimentaban de los metales y otras sustancias específicas que componían los artilugios tecnológicos de los Yáwohhiur 12.

Los Elfos de la Sangre Resplandeciente se presentaron ante los Yáwohhiur amenazándoles veladamente para averiguar su secreto y, en medio del caos y la destrucción, desvelaron también las traiciones del resto de especies y la existencia del Consejo.

Los Yáwohhiur reaccionaron de manera increíble: mientras todas sus infraestructuras clave sufrían el ataque de la Plaga, decidieron salvar el máximo posible de información y tecnología encerrándola en múltiples submundos y plantando cara a los Elfos de la Sangre Resplandeciente.

Les expulsaron ferozmente de sus territorios, si bien conforme pasaba el tiempo, su posición era más débil debido a los efectos de la Plaga en sus comunicaciones y armamento.

También movilizaron el ejército de manera contundente frente a la Plaga y atacaron poblados élficosangrientos en la selva, como represalia.

Los Yáwohhiur, en su contraataque desesperado, contactaron con algunas especies del Consejo, como los Blemmyae de Erakykima o los Altos Elfos (Anxi’ulluë), dejando de lado a otras especies élficas, por desconfianza.

Fueron contactos de muy alto nivel, en los que se pidió la disolución del Consejo y la protección a los Yáwohhiur frente a los Elfos de la Sangre Resplandeciente (es decir, la participación en la guerra).

Aunque en ningún momento los Elfos de la Sangre Resplandeciente dijeron que la Plaga había sido desatada por ellos, sólo había que mirar el color de su piel y el color de las oleadas de extraña sustancia que componían la Plaga para darse cuenta de que su origen era similar.

Estos contactos se prolongaron apenas un día y medio, tiempo en el que los negociadores yáwohhiúricos se negaron a desvelar el secreto, a pesar de las presiones que recibieron. El secreto, según los Yáwohhiur, no había sido preservado con el propósito de llegar a ser superiores tecnológicamente a otras razas, sino por el peligro que supondría su difusión entre todas las especies y clases sociales.

El acuerdo se cerró entre los Blemmyae, los Altos Elfos, los Yuyh’nü y los Yáwohhiur.

Los primeros aportaron enormes contingentes para repeler a los Elfos de la Sangre Resplandeciente de los territorios yáwohhiúricos y también ayudar en las investigaciones para acabar con la plaga.

Los Yáwohhiur se comprometieron a transmitir el secreto a los dirigentes de dichas especies una vez la guerra hubiese concluido.

A pesar de que se expulsó rápidamente a los Sa’dveriedle de territorio yáwohhiúrico, la Plaga siguió causando grandes estragos durante casi dos años. Parecía casi indestructible y lo único que habían conseguido hacer las fuerzas conjuntas de Altos Elfos, Blemmyae, Yuyh’nü y Yáwohhiur había sido contener los reducidos grupúsculos de Plaga, siempre temporalmente.

La capacidad de la Plaga de multiplicarse y subdividirse en entidades independientes hacía cualquier intento de contención inútil: cuando un fragmento de Plaga era rodeado, simplemente desbordaba el cerco.

A pesar de los dos años de lucha contra la Plaga, ésta fue destructiva durante un corto período de tiempo, puesto que los Yáwohhiur aprendieron rápidamente a proteger sus aparatos.

Aunque no destruyese tantos aparatos como en el primer momento, la ruina de los reinos yáwohhiúricos era casi total: las comunicaciones eran casi inexistentes y el nivel de vida retrocedió varios siglos.

La Plaga seguía destruyendo caminos y campos, lo que hizo aparecer muy pronto el hambre y las luchas por conseguir alimento.

Pjyuyu, el reino yáwohhiúrico situado más al Este fue donde más tarde llegó la Plaga, muy disminuida debido a sus enfrentamientos con los ejércitos que deambulaban por toda Erakykima central.

Este reino tuvo tiempo de prepararse concienzudamente frente a la Plaga, protegiendo los caminos, ocultando los ingenios metálicos y demás artilugios mecánicos para evitar que se vieran afectados por la Plaga y atacando con toda su fuerza allí donde era avistado un fragmento de Plaga, siguiendo la estrategia de atacar a un fragmento cada vez.

Esta estrategia, aunque aparentemente dejaba desprotegido a la región frente a cualquier otro fragmento que se internase en su territorio, era mucho más eficaz que la llevada acabo por la Coalición, que intentaba contener el máximo número posible de fragmentos al mismo tiempo: eran eficazmente destruidos todos los trozos de Plaga encontrados, lo que evitaba que se uniera un fragmento moribundo con otro sano.

1.6. El reino de Pjyuyu y las rupturas de los pactos

Los reinos yáwohhiúricos muchas veces funcionaban como una sola entidad, sobre todo cuando se trataba de asuntos relacionados con el comercio o la política exterior, pero siempre existieron pequeñas rencillas fruto de algunas divergencias culturales.

Estas divergencias no habían provocado, en el pasado reciente, ninguna guerra civil entre los Yáwohhiur. Sin embargo, en tiempos ancestrales, las tribus yáwohhiúricas que fundaron cada uno de los estados eran rivales en todos los sentidos y las guerras se habían sucedido muy frecuentemente hasta que el Gran Pacto Yáwohhiúrico las erradicó.

Pjyuyu, el territorio más oriental de los reinos yáwohhiúricos y el que más presencia de la selva tiene, siempre había sido el más problemático: una colonización leve, su posición estratégica para el comercio y la menor identidad que tenían los Yáwohhiur de ese lugar en relación con su territorio hizo de Pjyuyu el estado menos pacífico de todos.

Otra de las costumbres enraizadas en Pjyuyu que sería fundamental para el curso de los acontecimientos sería el enterramiento de las casas y, sobre todo, el almacenar la comida en enormes recipientes estancos bajo tierra, para preservarla de la enorme humedad ambiental.

La enemistad ancestral entre los Yáwohhiur pjyuyuianos y el resto se vio acrecentada por la falta de comida. Las incursiones en la frontera de Pjyuyu y los ataques a sus ciudadanos por parte de campesinos de otros reinos se hicieron más frecuentes y cada vez más violentos.

La abundancia de comida entre los Yáwohhiur pjyuyuianos se debía a una multitud de factores: la simple prevención o la presencia de menos fragmentos de Plaga en Pjyuyu no era suficiente para explicar la abundancia de comida en el reino. Y, a pesar de que en Pjyuyu participaron y murieron muchos menos Yáwohhiur en la guerra y por lo tanto los campos estaban más atendidos, tampoco fue ese el motivo principal.

La clave de la prosperidad pjyuyuiana fueron sus métodos de almacenamiento (bajo tierra) que no dependían excesivamente de tecnologías que pudieran haber sido dañadas por la Plaga, que sus cultivos ya normalmente eran mucho más productivos (debido a una cuidadosa elección de los minerales presentes en los suelos) y que su alimentación dependía en mucha mayor medida de las bayas recogidas en el bosque que la dieta de otros reinos (basada mayoritariamente todavía en hormigas, cuyos hormigueros eran arrasados por la Plaga).

La tensión entre las poblaciones cercanas al reino de Pjyuyu creció y, viendo que la vida se había visto casi inalterada en dicho reino, empezaron a hacerse preguntas.

Si bien los pjyuyianos no pasaban hambre sí que tenían todavía importantes problemas. Su reacción frente a la hostilidad exterior fue fría e indiferente, negando compartir sus recursos con otros Yáwohhiur, lo que les valió el rechazo de la totalidad del resto de reinos yáwohhiúricos, no sólo del pueblo llano.

Pero lo peor pasaba en los poblados fronterizos, donde se realizaban incursiones cada vez más atrevidas a territorio pjyuyiano en busca de comida y mujeres.

La reacción en Pjyuyu fue primero la de intentar calmar los ánimos instalando una gran verja de un material flexible 13, para impedir la entrada masiva de Yáwohhiur extranjeros a Pjyuyu y, también, para evitar los secuestros y ataques.

Los Yáwohhiur de Pjyuyu pretendían entonces, una vez sus fronteras estuvieran seguras, empezar a repartir alimentos a aquellos Yáwohhiur que colaboraran, fueran o no fueran pjyuyianos.

Sin embargo, antes de ponerse en marcha esta ayuda, algunos Yáwohhiur nobles interpretaron la verja como un intento de amurallamiento, una acción totalmente prohibida por el Gran Pacto y se pusieron en seguida en marcha.

Estos Yáwohhiur de la nobleza, con la pretensión exclusivamente de hacer valer su respeto a la ley, se sirvieron de varias estratagemas para hacer que el conflicto, latente, estallase de manera repentina.

Las suspicacias entre los Yáwohhiur del Este (los pjyuyuianos) y los Yáwohhiur del Oeste (que engloban a los Yáwohhiur del resto de reinos) tenían muy hondas raíces (culturas diferentes, costumbres diferentes, incluso deidades diferentes).

Las graves dificultades presentes en ese momento y la actitud arrogante de los Yáwohhiur de Pjyuyu hacían que numerosas historias empezaran a circular; como por ejemplo que los pjyuyuianos habían firmado un pacto en secreto con los Elfos para evitar un ataque. La concepción mística de la religión que tenían los pjyuyianos tampoco ayudaba.

Este grupo de nobles tomó las historias que se murmuraban en los pueblos y las acrecentó, vertiendo acusaciones muy graves contra los Yáwohhiur pjyuyianos; como por ejemplo que adoraban a los dioses de los Elfos de la Sangre Resplandeciente, enterrando comida para ellos (así es como se adora al Dios élficosangriento de la tierra, Nhuitui).

Esta acusación, totalmente falsa, fue aceptada por los aldeanos debido a que conocían el hábito que tenían los Yáwohhiur de Pjyuyu de enterrar sus alimentos, si bien desconocían que eran enterrados en recipientes sellados, lo contrario que hacían los Elfos de la Sangre Resplandeciente, que entierran comida para que se pudra y sirva de alimento a Nhuitui.

Esta grave acusación hizo que la turba se descontrolara y, cogiendo un gran número de antorchas, se dirigieron hacia la verja para quemarla.

La enorme humareda que se levantó entonces provocó importantes acontecimientos: hubo algunos aldeanos que murieron intoxicados por el humo y también alarmó a los ejércitos tanto de Pjyuyu como de los reinos yáwohhiúricos de Mgauki y Ylweuejh.

Cuando llegaron los Ejércitos de los Reinos del Oeste y vieron la escena inmediatamente pensaron que se trataba de un ataque a gran escala: las negras nubes tapaban el cielo y había numerosos cuerpos en el suelo, unos afixiados y otros con convulsiones.

Los nobles, que se vieron rápidamente sobrepasados tanto por la furia de los aldeanos como por las violentas llamaras que desprendía la verja, acusaron a los pjyuyuianos ante los Ejércitos de los Reinos del Oeste de intentar envenenar a los aldeanos, quemando ellos mismos la verja para evitar el avance de la horda enfurecida.

El Ejército, que venía de varias jornadas muy intensas —con el intento de la renovación de los acuerdos entre los Blemmyae, Altos Elfos y Yuyh’nü—, se había encontrado por el camino con fragmentos irredentos de la Plaga y habían sufrido mucho para erradicarla. Debido al cansancio no supieron ver las mentiras de los nobles.

Ante lo que ellos consideraron una provocación demasiado grave como para dejar pasar por alto, convocaron al resto de generales de los reinos occidentales y declararon la guerra a Pjyuyu.

Las fuerzas aliadas de Elfos, Blemmyae y Yuyh’nü decidieron retirarse, para no participar en un conflicto que consideraron interno.

Los Yáwohhiur del Oeste se sintieron traicionados y rompieron el pacto, negándose a revelar una vez concluyera el conflicto el secreto yáwohhiúrico.

Fue por lo tanto una doble ruptura: la del Gran Pacto y la de su acuerdo con la Coalición.

1.7. La guerra civil yáwohhiúrica y la Segunda Guerra Élficosangrienta

Esas fueron las causas concretas que llevaron al surgimiento de esta breve pero intensa guerra civil (que no duró más de dos años). Las consecuencias a largo plazo en términos materiales no fueron demasiadas, si bien la falta de alimentos en todos los reinos yáwohhiúricos se recrudeció y el odio hacia Pjyuyu aumentó espectacularmente, echándoles toda la culpa del conflicto.

En términos más abstractos, la guerra civil yáwohhiúrica retrasó el descubrimiento del secreto de los Yáwohhiur al resto de especies y empeoró también sus relaciones. Supuso, incluso, un retroceso mucho más grave que el acontecido debido a la Plaga, puesto que se destruyeron instalaciones que habían resistido a ésta e incluso archivos e información fundamental de la localización del lugar donde se guardaba todos los conocimientos tecnológicos yáwohhiúricos.

La inseguridad de los reinos yáwohhiúricos espantó aún más a los comerciantes y cambió las rutas comerciales casi de manera permanente.

Los Elfos de la Sangre Resplandeciente siguieron con atención todo este proceso y reavivaron la Plaga, acompañándola de una invasión terrestre masiva.


Plaga de la Sangre Resplandeciente formando murallas impenetrables, en la Segunda Guerra Élficosangrienta, por Jakeukalane
Imagen VIII: Plaga de la Sangre Resplandeciente formando murallas impenetrables, en la Segunda Guerra Élficosangrienta, por Jakeukalane


El avance de los Elfos de la Sangre Resplandeciente (ayudados en esta ocasión por Trolls de Sangre, Orcos Verdes de las Colinas y otros seres) fue implacable, atacando a todos los reinos occidentales y a Pjyuyu. Contaban además con las corazas impenetrables que los restos de la Plaga de la Sangre Resplandecientes habían dejado en los caminos y allí donde habían sido aniquiladas.

En Vaelamieelu, capital de facto de todos los estados yáwohhiúricos, se tomó la decisión de intentar parar el avance de los Elfos de la Sangre Resplandeciente, fuese cual fuese la solución y el precio que pagar.

Grupos de trabajo e investigadores de los submundos se reunieron en lugares secretos (plantas especializadas en el estudio de los submundos) para intentar contactar con otros estudiosos (que se habían exiliado por la Plaga) o con investigadores que se habían ido a sus propios submundos. Conforme los Elfos de la Sangre Resplandeciente se iban acercando a Vaelamieelu y destruyendo y matando todo a su paso, este tarea fue más y más desesperada, puesto que no conseguían contactar con ningún teórico importante ni contaban con los medios tecnológicos suficientes.

Pasados seis meses y habiendo caído ya las capitales de cinco de los países yáwohhiúricos, este grupo de investigadores halló por casualidad el acceso a los submundos donde se guardaba los conocimientos adquiridos de los submundos. El emplazamiento de este lugar había caído en el olvido debido a la guerra civil.

Con este inmenso arsenal de conocimiento desarrollaron un nuevo método para rastrear los submundos e intentaron acceder a Odranærya para ponerse en contacto con Odranæ. Querían ser capaces no sólo de observar o entrar en submundos o crearlos sino también extraer cualquier objeto o ser de estos submundos.

Si lograban eso, tendrían bastantes posibilidades de vencer a los Elfos de la Sangre Resplandeciente.

En apenas diez meses, los Elfos de la Sangre Resplandeciente estaban en condiciones de sitiar Vaelamieelu, habiendo arrasado literalmente el resto de los reinos Yáwohhiur. Los Sa’dveriedle ya no querían simplemente acabar con la tecnología yáwohhiúrica ni averiguar el secreto, sino que querían aniquilar a todos los Yáwohhiur en represalia por las matanzas de Elfos de la Sangre Resplandeciente ocurridos en la Primera Guerra Élficosangrienta.

Después de asediar Vaelamieelu durante medio mes más consiguieron derribar las puertas de la muralla y entraron en la ciudad.

Sin embargo, a las mismas puertas de la muralla les esperaba un enorme destacamento de enormes Neldra, con sus hachas de obsidiana prestas para aniquilar a los Sa’dveriedle.

Una vez vencidos los ejércitos élficosangrientos, los Neldra construyeron magníficas mansiones para su estancia en Qhot-naun-phaqiasiari y ayudaron a reconstruir los estados yáwohhiúricos.

1.8. El redescubrimiento de los submundos

En medio de la conflagración que supuso la Segunda Guerra Élficosangrienta, los agentes del Segundo Consejo, formado por las especies que rechazaron disolver el Consejo: Elfos de la Sangre de Fuego, Elfos Guerreros Mawi y Elfos Silvanos (Anxi’ellehë), penetraron en tierras yáwohhiúricas decididos a conocer el secreto que tantas cosas había provocado.

Estos agentes no sólo descubrieron el secreto de los submundos sino que ayudaron a desarrollar la manera de extraer objetos o seres de los submundos.


Odranæ de vuelta en Vaelamieelu, por Jakeukalane
Imagen IX: Odranæ de vuelta en Vaelamieelu, por Jakeukalane


Después de que los países yáwohhiúricos fuesen reconstruidos, los Yáwohhiur intentaron tímidamente establecer un control central de los submundos, pero el resto de especies no lo aceptó.

El nombre del planeta, Qhot-naun-phaqiasiari, que significa "el mundo de las maravillas incontables" cobró a partir de entonces un nuevo significado.

Con todas las especies enteradas de cómo usar los submundos, la historia de Qhot-naun-phaqiasiari aquí se vuelve muy difusa, a causa de que los acontecimientos sucedieran tanto directamente en Qhot como en sus submundos.

Pasados cien años, por ejemplo, resultaba muy difícil establecer la filiación familiar de cualquier ser de cualquier especie, puesto que podía provenir de un submundo o sus antepasados haber nacido en uno.

A partir de entonces se abrió un nuevo período en la historia del Planeta Qhot-naun-phaqiasiari, un período muy fructífero pero que terminaría en tragedia.

*1: Los años de Qhot son diferentes que los de la Tierra, su año dura 1,8 años terrestres mientras que su día dura 1,17 días terrestres. Volver.
*2: Esta frase está situada dentro de un contexto literario y, frecuentemente, no es trasladable al mundo real. Tampoco puede justificar desvaríos pseudocientíficos. Aquí la parte fundamental de la frase está en "con muchos conocimientos acumulados". Si dichos conocimientos no son válidos, es muy probable que el devenir de la situación dé lugar a que las conclusiones tampoco sean válidas. Este blog no apoya de ninguna manera la pseudociencia. Volver.
*3: Esta palabra es algo engañosa para describir este medio de comunicación yáwohhiúrico. En primer lugar, la protoescritura yáwohhiúrica se realizaba mediante la construcción de intrincados nudos en tres dimensiones. Estos nudos fueron simplificándose enormemente para pasar a ser cilindros de diferentes formas, colores y texturas. Los "periódicos" instantáneos de los Yáwohhiur se componen de vasijas cilíndricas de cerámica transparente que tienen en su interior diversos niveles repletos de formas geométricas de diferentes colores y en movimiento. Cada "noticia" usa los tres niveles de la vasija. Los Yáwohhiur son capaces de captar una gran cantidad de significados con base en las diferentes formas, tamaños, colores y distancia entre los objetos. Volver.
*4: A pesar de lo desmesurado de la reacción frente al acceso de los submundos, los Yáwohhiur no tienen gobiernos represores (excepto algunos breves intervalos de dictaduras militares en algunos de los reinos occidentales). Aquí, hacer desaparecer a un Yáwohhiur no es un eufemismo de algo más severo, sino que simplemente era trasladado de comunidad. Volver.
*5: El nombre completo del Comité era "Comité de resolución de la crisis comercial y diplomática con los Yáwohhiur". Volver.
*6: Los Elfos de la Sangre de Fuego hablan dos idiomas. El fueguino y el élficosangriento. En élficosangriento se le conoce como Ywrýlai. Volver.
*7: A pesar de que los Elfos de la Sangre de Fuego los conocen con el apodo despectivo de Ut’vraerbok’orko, es decir, Orcos, los Elfos de la Sangre Resplandeciente siguen siendo Elfos, a pesar de sus rasgos poco agraciados. Volver.
*8: Por ejemplo, algunos aparatos eran demasiado robustos, lo que hace pensar en una gravedad más fuerte en el lugar donde fueran diseñados y había otros cuyo diseño requería una humedad precisa y por lo tanto no funcionaban. Volver.
*9: En realidad, no todos los que se acercaban a su territorio resultaban asesinados: a veces había algún humano u Elfo de otra estirpe que los atravesaba y resultaba ileso. Esto no hay que atribuirlo a una especial pericia por parte de los supervivientes, puesto que estuvieron vigilados en todo momento. El criterio que siguen los Elfos de la Sangre Resplandeciente es el de no hacer daño a aquel que llegue a sus bosques y no mate ningún animal o ser vivo y no haya evidencia de que lo haya hecho en el pasado. Este criterio es ciertamente muy difícil de cumplir por lo que los afortunados que se salvan de morir asesinados por los Elfos son aquellos seres que se desplazan por sus bosques a toda velocidad y sus ropas no son el fruto evidente de la muerte de ningún ser (por lo que sólo aquellos con armadura se salvarían). Volver.
*10: Se ha propuesto que toda la actitud de los Elfos de la Sangre Resplandeciente no es más que una fachada. La otra alternativa implicaría que sus criterios morales seguirían algún tipo de sistema retorcido en el que el conocimiento y la técnica tuviesen que estar equilibrados. Volver.
*11: Una de las peculiaridades de la Plaga de la Sangre Resplandeciente es que es obra de un trabajo muy complejo de nanobioingeniería lo que hace tambalear la fachada de bárbaros o retrasados tecnológicos que los Elfos de la Sangre Resplandeciente habían erguido en torno a sí. Volver.
*12: La Plaga de la Sangre Resplandeciente puede asemejarse a una plaga gris, sin embargo la inspiración proviene del libro Mundo Anillo de Larry Niven, donde unos hongos destruyen los superconductores, los cziltang brone, dispositivos que puede hacer que un sólido sea permeable a la materia y, también, los transmutadores de materia y los receptores de energía del Mundo Anillo, provocando la caída de la civilización del Mundo Anillo.

"[...]
—En la Tierra ocurrió una vez algo parecido— dijo Luis Wu—. Un hongo que se alimentaba de polietileno. Comenzó a devorar las bolsas de plástico en las repisas de los supermercados. Ya se ha extinguido. Tuvimos que dejar de emplear el polietileno.

Imaginad diez mundos en esas condiciones.

Deben haber ido evolucionando bacterias capaces de alimentarse de compuestos de cinc, de plásticos, de pinturas, de material aislante y de basuras. La cosa no hubiera tenido importancia de no ser por las naves.

Éstas continuaban visitando regularmente los viejos mundos, en busca de formas de vida olvidadas o que no se habían adaptado al Mundo Anillo.

También se llevaban otras cosas: souvenirs, obras de arte olvidadas o simplemente dejadas para una posterior ocasión. Aún estaban trasladando los museos, pues en cada viaje sólo transportaban unas pocas piezas de incalculable valor.

Una de las naves trajo consigo un hongo capaz de descomponer la estructura de un superconductor a temperatura ambiente, que había sido muy utilizado en la maquinaria complicada.

La acción del hongo era lenta. Era una cepa recién desarrollada y primitiva y, al principio, fue fácil de eliminar. Distintas naves deben de haber ido trayendoformas ligeramente distintas en diversas ocasiones, hasta que una de ellas por fin consiguió arraigar.

Debido a que su efecto era lento, no destruyó la nave hasta mucho después de aterrizar. No destruyó el cziltang brone hasta que los tripulantes y los empleados del espaciopuerto ya lo habían trasladado al otro lado. No hizo mella en los receptores de energía proyectada hasta que las cabinas que se desplazaban sobre el cañón electromagnético situado en el muro exterior lo habían trasladado a todos los puntos del Mundo Anillo".
Volver.

*13: Plástico. Es curioso preguntarse cómo fueron capaces los Yáwohhiur de acceder a submundos en los que pudieran extraer compuestos con los que fabricar plástico. Volver.


Criaturas: Elfos de Qhot-naun-phaqiasiari (Elfos Silvanos de Qhot-naun-phaqiasiari, Altos Elfos de Qhot-naun-phaqiasiari), Elfos de la Sangre de Fuego, Elfos de la Sangre Resplandeciente, Elfos Guerreros Mawi, semielfos. Trolls de la Sangre Resplandeciente, Orcos Verdes de las Colinas. Humanos, Yáwohhiur, Neldra, Blemmyae de Erakykima, Yuyh’nü. Dioses de los Elfos de la Sangre Resplandeciente: Nhuitui.
Espacios Planares: Milegu, Planeta Qhot-naun-phaqiasiari, submundos de Qhot-naun-phaqiasiari (Odranærya). Lugares: Continente de Erakykima, Continente de Hammpal, Ciudad de Vaelamieelu.
Conceptos: Texturas de Esencias, Xiwalianqué, el secreto de los Yáwohhiur.
Acontecimientos: Época prearcaica, primer descubrimiento de los submundos, Gran Pacto Yáwohhiúrico, crisis de la conquista de submundos, cierre de los submundos, crisis de los submundos propios, Primera Guerra Élficosangrienta, Acuerdo de la Coalición, Ruptura del Gran Pacto Yáwohhiúrico, Guerra civil yáwohhiúrica, Ruptura del pacto con la Coalición, Segunda Guerra Élficosangrienta.
Objetos: prensa instantánea yáwohhiúrica, cziltang brone.
Substancias: plástico, nanorobots, Plaga de la Sangre Resplandeciente.
Idiomas: protoescritura yáwohhiúrica, idioma fueguino, idioma élficosangriento.
Organizaciones: 11 Estados yáwohhiúricos: Reino de Mgauki, Reino de Ylweuejh, Reino de Pjyuyu. Comité de resolución de la crisis comercial y diplomática con los Yáwohhiur, Consejo sobre el Secreto de los Yáwohhiur, Segundo Consejo sobre el Secreto de los Yáwohhiur, Coalición de Defensa.
Individuos: Odranæ (Yáwohhiur), Apholdamapaistos (Yáwohhiur), Aonastes (Yáwohhiur), Yzsýsi’auh (Elfo de la Sangre de Fuego).


Nota I: Los conflictos este-oeste de los Yáwohhiur pueden estar inspirados muy levemente en los conflictos de estirios y elenios de los libros de "Elenium" de David Eddings. La historia misma de Odranæ está inspirada en Achoord’u, un Armadillo de O’shyhon, de Avengium.
Nota II: Este artículo es ficticio.


Texto: Jakeukalane.
Imagen I: Jakeukalane. Imagen original aquí → El Planeta Qhot-naun-phaqiasiari (deviantart). Imagen en tamaño completo aquí → El Planeta Qhot-naun-phaqiasiari (imagen).
Imagen II: Makatako. Imagen original aquí→ Varios. Imagen en tamaño completo aquí → Dussianos y Yáwohhiur. Diseño original por IssuesAndDrama. Imagen en tamaño completo aquí → Yáwohhiur.
Imagen III: Thierry Rouzier (titou). Imagen original Angkor photos. Imagen en tamaño completo aquí → Los Neldra.
Imagen IV: Jakeukalane. Imagen original aquí → Prensa instantánea yáwohhiúrica (deviantart). Imagen en tamaño completo aquí → Prensa instantánea yáwohhiúrica (imagen).
Imagen V: Geun Cheol Jang (Geun Brush) (Art-of-geun) (keunchul-jang), modificada por Jakeukalane. Keunchul Jung (cghub, archive.org) / Keunchul-jang (Leewiart). Imagen en tamaño completo aquí → Elfos de la Sangre de Fuego.
Imagen VI: Geun Cheol Jang (Geun Brush) (Art-of-geun) (keunchul-jang), modificada por Jakeukalane. Keunchul Jung (cghub, archive.org) / Keunchul-jang (Leewiart). Imagen original Painting.
Imagen VII: Jakeukalane. Imagen original aquí → La Plaga de la Sangre Resplandeciente (deviantart). Imagen en tamaño completo aquí → La Plaga de la Sangre Resplandeciente (imagen).
Imagen VIII: Jakeukalane. Imagen original aquí → La Plaga de la Sangre Resplandeciente II. Imagen en tamaño completo aquí → La Plaga de la Sangre Resplandeciente II (imagen).
Imagen IX: Jakeukalane. Imagen original aquí → Odranæ de vuelta en Vaelamieelu (deviantart). Imagen en tamaño completo aquí → Odranæ de vuelta en Vaelamieelu (imagen).

©Hyposs Productions. ©Makatako ©IssuesAndDrama ©Thierry Rouzier ©Geun Cheol Jang